El #InstitutoTavistock V - #Tavistock


Revista Abanico Ed.21
Sección: Arcanus
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6 Final

Son ya cuatro artículos sobre el Instituto Tavistock, organismo real situado en Essex, Inglaterra,
considerado el máximo centro mundial de control mental.

Fue creado para controlar el destino de todo el planeta y cambiar el paradigma de la sociedad contemporánea, hemos revelado sus orígenes, quién está detrás, los objetivos, hemos hablado sobre la música, la contrainsurgencia, las drogas y como lo dijimos al terminar el cuarto artículo, ahora nos toca hablar sobre la televisión.

A principios del siglo XX, las palabras “propaganda” y “guerra” eran sinónimas. Hubo dos hombres que unieron estas dos palabras para una única técnica. Uno fue Walter Lippmann, que en 1922, dio significado al concepto de “estereotipo” vinculado al concepto jungiano del “arquetipo”. Los estereotipos pueden ser creados y manipulados por los gurús de la comunicación de masas y la guerra psicológica. El objetivo es que la víctima no piense, sino que solo reaccione a los estímulos de las imágenes que recibe.

El otro es Edward Bernays quien dijo: Por supuesto, fue el asombroso éxito obtenido por la propaganda durante la [Primera Guerra Mundial] guerra lo que abrió los ojos a las pocas personas inteligentes que había en todas partes y les permitió ver las posibilidades que ofrecía el hecho de controlar al opinión pública.

Nos gobiernan y moldean hombres que no conocemos. Todo lo que hacemos en nuestra vida diaria está dominado por un puñado de hombres que entienden los procesos mentales de las masas.

Bernays trabajó para el Comité de Información Pública de EE.UU. era un organismo de propaganda para justificar la Primera Guerra Mundial. Documentos de la época muestran que para 1917 el 94% de la clase obrera británica, que sufría por la guerra, no tenía idea de por qué luchaba, solo sabían lo que la propaganda vendía y vendía a los alemanes como seres diabólicos. Desde esa guerra, hasta las que vivimos en 2022, siguen técnicas idénticas de propaganda.

Así, la irracionalidad alcanzó la categoría de conciencia pública. Los manipuladores usaron este término, para distorsionar la realidad, cuando la vida se tornaba más compleja, se creaban distracciones y la gente opinaba solo lo que sus manipuladores les decían.

Las encuestas públicas son armas, en pocas horas se pueden fabricar “estudios científicos” de lo que se cree que dice la gente sobre un tema. La mayoría de encuestas de los grandes medios de comunicación se coordinan con el Centro Nacional de Investigaciones de Opinión, dónde, para sorpresa de la mayoría, se creó un perfil de cada una de las naciones del mundo.

Los métodos de interpretación de encuestas de la Escuela de Fráncfort se volvieron fundamentales para las ciencias sociales y lo siguen siendo. Emery y Trist han llegado a la conclusión de que “la gente se comporta según el consenso”. Las masas están influenciada por las encuestas, estas dan sentido a la vida.

Paul Lazarsfeld fue el primero en usar las encuestas para medir la conducta de los estadounidenses a la hora de votar. En 1952 las agencias de publicidad estaban a cargo de la campaña política de Dwight Eisenhower y se apoyaron en el trabajo de Lazarsfeld. Esas elecciones fueron las primeras en estar bajo la influencia de la televisión.

Para hacer que la gente crea en algo, no hay más que realizar una encuesta y luego ponerla en televisión. Las encuestas que vemos en televisión son las que moldean la opinión. Así pueden inventarse enemigo visibles (Husein, Chávez, Putin, Gadafi) o invisibles (terror, inseguridad, virus). Las encuestas reducen temas complejos a preguntas simples, tergiversan la realidad para los norteamericanos Husein era malo, para los iraquíes era bueno. El objetivo es eliminar la racionalidad en las personas, crear idiotas con pensamientos simples, no pienses, solo repite.

A la televisión no le importa la “verdad”, ellos crean su propia realidad. No importa que se mienta descaradamente, que se copie imágenes, se invente cuadros, si está en televisión es verdad. Emery y Trist indicaron que: cuanta más televisión ve una persona, menos entiende, más acepta, más se disocia de su propio proceso de pensamiento.

Lenguaje Simplista
Todos los noticieros del mundo occidental utilizan un lenguaje simple, fácil. Todo lo hacen fijo, finito, no hay que hacer pensar, no hay que estimular el intelecto, tiene que insertar una imagen en el cerebro de las personas. Este es el método de lavado cerebral. No es inmediato, toma tiempo, las mentes son lavadas desde temprana edad, así se moldean generaciones.

El origen del lenguaje de los informativos nació en la Segunda Guerra Mundial, había que eliminar los idiomas nacionales a favor de un “inglés elemental”, el idioma futuro del mundo, con tan solo 850 palabras. Este inglés elemental serviría para un fácil lavado cerebral, así se transmitirían en los medios de comunicación mensajes sencillos a un gran número de personas, había que eliminar los pensamientos complejos.

Tavistock sabe que las ideas son más poderosas que las armas o las bombas, por eso hay que controlar las mentes para implantar ideas acordes a los deseos de Tavistock y sus líderes, en especial temas científicos. Si uno es capaz de controlar la forma de pensar de la gente, podría controlar su forma de reaccionar ante las cosas que ocurren, sean cuales sean. Este proceso de denomina “cambio de paradigma” un giro en el conjunto de ideas preconcebidas que se tiene de la sociedad.

La guerra de la brecha generacional
Los llamados generación del baby boom comparten valores, uno de ellos es la aceptación del importante papel de los cambios de las políticas culturales que tuvieron en ese periodo. Uno de esos cambios de política fue la desindustrialización de EE.UU. Una sociedad desindustrializada es una sin futuro, ya que una nación que se respete debe ser verdaderamente independiente y brindar a sus ciudadanos bienestar.

La generación que tuvo los valores morales más sólidos fue la que peleó en la Segunda Guerra Mundial. Nacieron sin televisión, sus cerebros eran difíciles de lavar, así que fueron sus hijos, los del baby boom, el objetivo de los lavacerebros. Recordemos la meta de los lavacerebros: volver más infantil a cada generación, más animal, más amoral y por lo tanto más fácil de controlar.

Aquellos padres que fueron criados por la televisión, criaron a sus hijos con la televisión, sus nietos ahora empiezan a criarse con la televisión. La televisión tomó el puesto del progenitor, es también moralizador, dice que debe hacer la gente. Los adultos se han vuelto infantiles y aceptan sin problema el infantilismo de sus hijos.

Quienes crean el contenido ideológico del lavado cerebral, no son ancianos, están entre los 35 y 45 años, han nacidos bajo el influjo de la televisión. De estas mentes salen las nuevas series, películas, noticieros. Ellos pasan las ideas que son asesoradas por gente de Tavistock y de la Escuela de Frankfurt.
Son ellos los que incluyen los mensajes de lavado cerebral en los programas de televisión.

Mensajes ocultos en la televisión
En un informe de 1944, Theodore Adorno, dijo que los medios de comunicación pueden utilizarse para “atontar a la fuerza” a la gente. Doce años después escribió: la televisión es un medio de control psicológico jamás soñado. También dijo: la programación de la televisión contiene mensajes claros, definidos por el argumento, los personajes, etc., y un mensaje oculto. Y es así, mediante estos mensajes ocultos, que se realiza el lavado cerebral.

Otra clave para el lavado cerebral es la creación de una identidad entre el hombre y el animal. En la televisión se retrata a animales que actúan como si fueran humanos. Según estudios, con el pasar del tiempo, los niños perdieron la capacidad de diferenciar entre animales y hombres. Pero incluso antes de que existiera la televisión, hubo un fenómeno de los medios de comunicación que preparó a la gente joven para la experiencia audiovisual no racional: las películas de dibujos animados de Walt Disney. Sin saberlo, niños y adultos han estado sometidos a los más de sesenta años de propaganda más vil y dañina que ha existido en la historia moderna.

Pocos conocen que el fundador de Walt Disney y su hermano, participaron en producción de películas propagandísticas durante la Segunda Guerra Mundial, supervisadas por el Comité de Moralidad, controlado por Tavistock. Los dibujos de Disney no hacían pensar a la gente, solo sentir algo, según Disney: pondrían a su público de padre e hijo a un mismo nivel emocional infantil. Disney también dice: Si todo el mundo pensara y actuara como los niños, nunca tendríamos problemas. Lo malo es que hasta los niños tienen que hacerse mayores.

Sin darse cuenta, la gente está siendo bombardeada por simbolismo jungiano, a través de los medios de comunicación se crean mitos del superbueno y el supermalo, se trae personajes que representan arquetipos de la Gran Madre, Sabio Anciano, doncella, Eterna Juventud. Esto no es coincidencia, la mayor concentración de jungianos está en Hollywood. En los dibujos de Disney están representados claramente los arquetipos de Jung. Ahí el Bien triunfa por poderes mágicos, que son más fuertes que el Mal. Esta es la esencia del tipo de espiritualidad del que habla Jung, la lucha simbólica entre fuerzas de la oscuridad y la luz, que queda fuera del control de la razón humana. El mayor experimento de lavado cerebral para niños de Disney es el funesto Mickey Mouse Club, cada niño en su casa era adoctrinado con un ritual de iniciación de la televisión. Todos seguían el ritual con las orejas de ratón puestas, diseñadas para identificarse con la figura animal de Micky Mouse. Los padres abandonaron su rol y dejaron que una rata enseñe moral y buenas costumbres a sus hijos. Son tres generaciones consecutivas que han sufrido un extenso lavado cerebral, no recuerdan haber visto nada diferente. ¿Alguien ha estudiado el fenómeno de las Juventudes Hitlerianas? Los amos quitaron el nazismo, pero no sus ideales.

Terminemos con las palabras de Edward Bernays: «La manipulación consciente e inteligente de las costumbres organizadas y de las masas es un elemento importante de la sociedad democrática. Quienes manipulan ese mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder de este país […] Nos gobiernan, moldean nuestra manera de pensar, forman nuestros gustos, sugieren las ideas, fundamentalmente, hombres que no conocemos de nada. […] Nuestros gobernantes invisibles ignoran, en muchos casos, la identidad de los demás miembros que componen el gabinete timo […] Sea cual sea la actitud que escojamos adoptar a este respecto, sigue siendo un hecho que en casi todo lo que hacemos en la vida cotidiana, ya sea en la esfera de la política o del trabajo, nuestra conducta social o nuestro pensamiento ético, estamos dominados por un número de personas relativamente pequeño […] que entienden los procesos mentales y las pautas sociales de las masas. Son ellos quienes manejan los hilos que controlan la manera de pensar del público y quienes aprovechan las antiguas fuerzas sociales e inventan formas nuevas de controlar y dirigir al mundo»

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