Revista Abanico Ed.20
Sección: Arcanus
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Esta serie de artículos la iniciamos en Abanico 17 y fue creada para cumplir una promesa. Como recordatorio para nuestros nuevos lectores, para escribirla nos apoyamos en dos libros: El Instituto Tavistock de Daniel Estulin y El Instituto Tavistock de Relaciones Humanas – Moldeando Moral, Espiritual, Cultural, Política y Económicamente la Decadencia de Estados Unidos de América, escrito por John Coleman.
Este es el cuarto artículo de la serie, aquí los anteriores: 1 - 2 - 3
Pop de Monterrey
El Primer Festival Anual Internacional de Pop de Monterrey, se celebró en junio de 1967, convocó a más de doscientos mil jóvenes y duró tres días. Este festival fue el ensayo general para la distribución de las nuevas drogas llamadas psicodélicas, de forma masiva. Se repartió LSD, las denominadas tabletas Púrpura de Monterrey, a cualquiera que quisiera experimentar. Había iniciado en Estados Unidos una época desalentadora, con guerras, asesinatos, proyectos ocultos. Las principales víctimas eran los jóvenes, que terminaban sus vidas con el cerebro hecho polvo, con los sueños arrasados, con una dependencia total de los narcóticos.
Woodstock
Woodstock fue el acontecimiento más importante de la historia. El también llamado Festival de Acuario se convirtió en un referente cultural. El término Acuario fue escogido especialmente, ya que si uno cree en la astrología, entrar en la Era de Acuario significaba salir de la de Piscis, en otras palabras, Piscis, que era la Era de Cristo, había terminado. En Woodstock se reunieron medio millón de jóvenes a los cuales se les drogó y lavó el cerebro. Vivieron en sus propias inmundicias durante tres días, sin poder salir, todo bajo la atenta mirada del FBI y el gobierno norteamericano. John Roberts, heredero del imperio farmacéutico Block Drugs, financió el festival. Quienes repartían la droga y estaban a cargo de la seguridad era una comunidad hippie conocida como Granja de Cerdos, eran los Alegres Bromistas liderados por Ken Kesey, el autor del libro: Alguien voló sobre el nido del cuco. Aquí se drogó hasta a niños, otros fumaban hierba, las lluvias enlodaron el lugar, la gente se movía con fango hasta las rodillas. No había forma de salir por la lejanía del parqueadero, más de doce kilómetros. El plan era mantener a los artistas tocando las 24 horas y a la gente totalmente drogada. Una noche incluso se anunció por parlantes que se estaba repartiendo ácido mal fabricado, que no es venenoso, que si están
preocupados, solo tomen media tableta.
La conspiración de Acuario
En 1980 se publicó La conspiración de Acuario, pronto se convirtió en un manifiesto de la contracultura. La contracultura es un grupo cultural cuyos valores y normas están en contraposición con los que imperan en la sociedad. Había llegado el momento que la contracultura se tome Estados Unidos. En este libro, se promovía el trabajo en equipo por primera vez, un concepto considerado lleno de virtudes y que enseguida se amplió al tema empresarial. Sin embargo, el trabajo en equipo era una técnica psicologica del Instituto Tavistock como método para controlar a las personas muy inteligentes mediante la presión de sus iguales. La contracultura se ideó para quitar a Estados Unidos su empeño por lograr progresos científicos y técnicos.
La Conspiración de Acuario fue un proyecto secreto de EE.UU. asignado al Standford Research Institute y creado por Tavistock para estudiar de qué manera afectan a la sociedad las tendencias sociales y culturales de reciente creación. En EE.UU. se presentó no como Conspiración de Acuario sino bajo el nombre de Las cambiantes imágenes del hombre. El fin era convertir a los EE.UU. en un mundo feliz, al estilo Aldous Huxley. En 1961 Huxley describió este mundo feliz o estado policial como la revolución final, una dictadura sin lágrimas, en donde la gente ama su condición de sierva, es la creación de un campo de concentración indoloro para sociedades enteras, de tal modo que las personas queden despojadas de sus libertades, pero a la vez están muy contentas que así sea, ya que habrán perdido su deseo de rebelión gracias a la propaganda o al lavado cerebral logrado con métodos farmacéuticos.
Es increíble, estamos en 2022 y desde 2020 vivimos en un mundo feliz, cada palabra de Huxley se cumplió a cabalidad, el mundo está feliz viviendo en un campo de concentración, con pseudo-libertades, que como vimos, nos las pueden quitar cuando quieran, inyectándose drogas a cada momento para perder el miedo, consumiendo propaganda disfrazada de noticias verdaderas, pensando como rebaño.
La televisión
No hay mejor esclavo que el que se cree libre.
El mejor hipnotizador es un aparato que está en todas las casas del mundo. Este aparato dice a la gente qué creer, su poder de lavado cerebral es único, cada vez que se prende la televisión, alguien está moldeando tu mente.
Cuando vemos televisión, el hemisferio derecho del cerebro está el doble de activo que el izquierdo, lo cual en sí ya es una anomalía neurológica. El cambio del izquierdo al derecho libera un caudal de los opiáceos naturales del organismo, las endorfinas, que comprenden las beta-endorfinas y las encefalinas. Las endorfinas tienen una estructura idéntica a la del opio y sus derivados (morfina, codeína, heroína). En pocas palabras, la televisión es una droga. Otro efecto es que las regiones superiores del cerebro, como la zona media y el neocórtex quedan inactivas y la actividad se va al sistema límbico, en la región inferior del cerebro. El cerebro inferior o reptiliano se limita a reaccionar al entorno, esta región no sabe distinguir la realidad de las imágenes inventadas, así reaccionan al contenido de la televisión como si este fuera real, liberando las hormonas correspondientes.
Si algo sale por televisión es verdad, si el mundo fuera del televisor contradice lo que en este se ve, la gente intenta cambiar el mundo para que se asemeje a lo que ve en televisión. Así muchos lo nieguen y renieguen, lo que se ve en televisión no es real, la televisión es un circo que te hipnotiza, atonta. En Ecuador no se lee ni un libro al año, pero todos los ecuatorianos ven los aburridos Premios Oscar. La gente habla como en la televisión, viste, huele, actúa. La televisión crea el Uni-Pensamiento, lo que ahora estamos viviendo. No quieren que pensemos, por eso nos atontan. Las personas reciben únicamente información de la TV, no hay más verdad que la de la caja tonta.
Fascismo
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el mundo pidió que la barbarie termine, que el fascismo termine, sin embargo sigue vivo y las generaciones actuales lo han admitido y convertido en ídolo. Estados Unidos y la Unión Europea se han embarcado en guerras que han sido vitoreadas por el público, las masas aplauden la caída de Iraq, Siria, Libia, las guerras del Golfo. Todas guerras transmitidas por televisión. Estamos viendo repetirse el mismo guion una y otra vez, antes era Darfur, Kosovo, Sudán, Somalia, ahora... Esto muestra que la televisión es capaz de manipular a la opinión pública en nombre de Cruzadas internacionales.
Lo que hay que tener en cuenta es que el 85% de los estadounidenses no sabían dónde estaba Sudán y tampoco les preocupaba lo que ahí ocurría, pero luego vino la máquina de propaganda y la televisión y todo el público empezó a pedir ayuda humanitaria para aquel pueblo olvidado. Nadie sabía quién era Sadam Husein hasta que los noticieros empezaron su campaña de propaganda. En todos los casos, la gran mayoría de gente no sabía nada del país antes de la guerra. No hay ninguna diferencia entre lo sucedido en los años treinta y cuarenta del pasado siglo y lo que estamos viviendo ahora. El fascismo no ha terminado. Lo dijo Lonnie Wolfe: El Estado nazi fue creado por los mismos intereses oligárquicos económicos y políticos que controlan hoy los medios de comunicación de masas.
Lo que hay que tener en cuenta es que el 85% de los estadounidenses no sabían dónde estaba Sudán y tampoco les preocupaba lo que ahí ocurría, pero luego vino la máquina de propaganda y la televisión y todo el público empezó a pedir ayuda humanitaria para aquel pueblo olvidado. Nadie sabía quién era Sadam Husein hasta que los noticieros empezaron su campaña de propaganda. En todos los casos, la gran mayoría de gente no sabía nada del país antes de la guerra. No hay ninguna diferencia entre lo sucedido en los años treinta y cuarenta del pasado siglo y lo que estamos viviendo ahora. El fascismo no ha terminado. Lo dijo Lonnie Wolfe: El Estado nazi fue creado por los mismos intereses oligárquicos económicos y políticos que controlan hoy los medios de comunicación de masas.
Freud
La psicología freudiana causó furor en los años veinte. Fue introducida a la cultura popular por los medios de comunicación. Toda la psicología freudiana es una forma de lavado cerebral, ya que, para estar de acuerdo con sus premisas, es necesario aceptar que el hombre es un animal que debe negar la existencia de las leyes universales y de Dios. Uno de los elementos claves de la obra de Freud proviene del psicólogo francés Gustav Le Bon, quien decía que el hombre, cuando forma parte de la multitud, regresa a un estado mental primitivo, a sus raíces animales. En este principio está basado todo lo referente a la masa. Estos dos personajes ignoran el derecho que tiene la mente de saciar su curiosidad y seguir dondequiera que esta le pueda llevar. La curiosidad es la forma más pura de insubordinación, una actitud que hoy por hoy está castigada brutalmente en todo el mundo. El legado que dejó la civilización
cristiana occidental defiende la libertad de la mente individual frente a la coerción de la cultura de masas. Freud decía: las masas son perezosas e ignorantes. Es por esto que se busca un líder, un hipnotizador que proporcione el ideal del yo. Wolfe decía: Eran ellos [la elite gobernante] quienes promovían la moda freudiana y su propaganda por todo el mundo.
Carl Jung
Jung simpatizaba abiertamente con los nazis. Wolfe afirma que entre Hitler y las teorías psicoanalíticas de Jung, hoy una de las bases conceptuales de la ideología de la Nueva Era, existe una enorme relación, dada la fascinación de Jung por Hitler. Jung creía que la mayor verdad yacía bajo los aspectos inconscientes, místicos y psicóticos de la mente del hombre, en contraposición con la visión judeocristiana, más racional, externa y científica. Jung cree en el inconsciente colectivo. Esto se hace visible en determinadas circunstancias, como en reuniones políticas, rituales religiosos, cine, publicidad, propaganda, algo que las personas aceptan como normal, sin conocer el poder que representan, ni hasta qué punto están manipulando nuestra conciencia. Y sabemos que están manipuladas, por los lavacerebros del Instituto Tavistock y la Escuela de Fráncfort. Tavistock es el brazo de la guerra psicológica de la familia real británica. Es la institución más importante del mundo destinada a la manipulación de la población.
Jung estaba impresionado con Hitler, para él era un chamán, decía que el poder de Hitler no era político, sino mágico. En el solsticio de verano, junio de 1940, Francia se rindió a Alemania, cuando lo supo Jung exclamó: ¡Es el amanecer de la Era de Acuario! ¿Cómo tanto alemán bueno permitió el nazismo? Del mismo modo que se lo hace ahora, mediante la difusión de los medios de comunicación de masas. Freud decía: Las masas nunca han tenido sed de la verdad. Se refería a las masas de mente primaria que se mueven en función de las necesidades elementales. Cuando las personas son estimuladas sentimentalmente, reaccionan sin pensar. En las radios alemanas solo oían a Hitler, ahora se cree que en la televisión se escucha a diferentes voces, sin saber que por detrás de todo solo existe una voz. Tavistock y la Escuela de Fráncfort tomaron las técnicas de propaganda nazi y las incorporaron a sus investigaciones.
En la Segunda Guerra, Bruno Bettelheim, publicó un análisis psicológico a pedido de Tavistock. En el informe se decía que la incertidumbre y el terror extremos hacen que las personas regresen a un estado casi infantil.
Esto es lo que nos hicieron a inicios del año 2020.
Ahora los lavacerebros entendieron que había que apelar al sentimentalismo, para así llevar a la población al infantilismo. Su mejor arma, la televisión. Wolfe nos dice: La televisión tenía un efecto disociativo sobre las capacidades mentales y hacía que la gente fuera menos capaz de pensar de forma racional. Los espectadores, conforme van habituándose a ver seis horas o más de televisión al día, ceden el poder de razonar a las imágenes y sonidos que salen del televisor.
Turbulencia Social
Eric Trist y Frederick Emery de Tavistock, desarrollaron una teoría acerca de la turbulencia social. Esta decía que se podía ablandar a una población utilizando fenómenos en masa como cortes de energía, destrozos económicos y financieros y ataques terroristas (podríamos adicionar enfermedades). Si las impresiones se las emitían cada vez más seguidas y con mayor intensidad, se podía inducir a una sociedad entera a un estado de psicosis colectiva.
Esto es lo que nos hicieron a inicios del año 2020
Esto es lo que nos hicieron a inicios del año 2020
Prensa Libre
En pleno siglo XXI, todavía la mayoría de gente cree que existe una prensa libre, y en esta creencia está la clave para lavar el cerebro a la población. Los reporteros no sirven al público, son asalariados que sirven a los propietarios de los medios, cuyas acciones cotizan en Wall Street. Los grandes medios de comunicación del mundo pertenecen a las altas esferas económicas, están vinculados a Wall Street, al Club Bilderberg, al CFR.
Así se diseña la política extranjera: mediante el uso de la propaganda. Si encuentran alguna relación con lo que sucede en estos momentos de tensión nuclear, es pura coincidencia.
Saturación de información procedente de una región en crisis, pedidos de auxilio a través de los medios de comunicación digitales, imágenes de refugiados en televisión, morbosos relatos de violaciones en masa, diseñados para excitar y causar indignación, demandas de que hay que hacer algo y por último el anuncio que se están haciendo planes para una intervención...
Ahora prendemos la televisión y vemos cómo se preparan las noticias para que las consuma el público. Toda la información es transmitida en fragmentos breves, no más de treinta segundos, una noticia importante, dura entre un minuto y minuto y medio. Imágenes comentadas. Entrevistas cortas, con frases prefabricadas. Esto dura un total de treinta minutos, luego deportes, espectáculo, bromas tontas entre presentadores.
Así la gente cree que se puede entender los problemas mundiales, la historia universal, en treinta segundos. No hay tiempo para la reflexión, solo es deglutir información. Luego de dos horas, ya nadie se acuerda nada de lo que vio, salvo fragmentos distorsionados. La televisión hace que las personas dejen de ser críticas, se hallan en un estado de ensoñación que limita su capacidad cognitiva.
Por el momento nos detenemos, en el próximo artículo continuaremos hablando sobre la televisión.
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