La #Arquitectura #Secreta II


Revista Abanico Ed.17
Sección: Fortaleza de los Escritos
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En la anterior edición de Abanico, comenzamos un sorprendente relato sobre la catedral de la Asunción de Nuestra Señora localizada en la ciudad de Chartres, Francia. En ese primer artículo les contamos sobre los orígenes del lugar donde se asienta este templo, sobre la Virgen Negra, los druidas, galos y peregrinos cristianos que la visitaban. Hablamos sobre su construcción, ubicación, sobre la piedra y la madera que en ella conviven y armonizan. 

También conocimos sobre los Templarios y su vínculo con los secretos y enigmas de esta catedral y con la Orden del Cister. Nos sorprendimos al conocer que esta gran obra fue edificada en tan solo veinte y seis años. Para descifrar su secreto, nos adentramos en ella y verificamos sus medidas, revisamos sus asombrosos vitrales, estudiamos al arte gótico y su desarrollo en toda Francia.

En este nuevo artículo continuaremos analizando sus medidas y desvelaremos algunos misterios.

En el anterior artículo terminamos diciendo:
En el año de 1964 la sociedad Les Amis d´Atlantis encendieron el Fuego de San Juan, a ellos se les unió una delegación de los Compañeros de los Deberes de la Vuelta a Francia, ellos traían la llama ritual. En un momento de la ceremonia habló un carpintero de los Deberes, Beranes el Amigo de la Vuelta a Francia. Él había escrito obras literarias y había restaurado las agujas de Normandía y Bretaña luego de 1944. Beranes dijo: tres tablas llevarán el Grial, una tabla cuadrada, otra rectangular y una redonda, las tres de la misma superficie y su número el 21. Ahora trataremos de entender sus palabras.

Los coros de las iglesias cristinas son rectangulares, así como de los templos griegos y egipcios; cuadrado es el Sancta Sanctórum de Salomón, los templos galorromanos y Santa Sofía en Constantinopla; redondas las iglesias templarias. El coro de Chartres es rectangular. El 21 se
convierte en 2 y 1, se trata de una planta rectangular de longitud del doble a su anchura. Proporción 2 a 1, como en templos egipcios y griegos. Un rectángulo de proporciones 2/1 tiene una diagonal igual a √5. Si a esta diagonal se le añade la anchura del rectángulo y se divide esta nueva longitud, es igual a (√5+1) /2 = 1.618, el número áureo. Si multiplicamos este número por sí mismo obtenemos como resultado 2.618. Si multiplicamos 2.618 x 12/10, que es el intervalo musical de tercia [este intervalo lo encontramos en la elevación del catedral], obtenemos 3.1416, el número Pi. Pi nos permite hallar el perímetro y superficie de un circulo cuyo diámetro es conocido. La planta rectangular 2/1 contiene la raíz de la transformación de una superficie angular en una superficie circular; de ahí que se puede deducir la superficie de la planta redonda de la superficie de una rectangular. Esto es la cuadratura del círculo, no en el plano de la matemática de laboratorio, sino en el de la geometría de construcción. Y hay que encontrar esta cuadratura, para eso se debe medir la catedral.

Continuamos.

El centro sagrado se encuentra en el cerro, aquí se levanta la columna del templo. La longitud de la tabla rectangular es el doble de su anchura, solo nos falta situar uno de sus ángulos. Este ángulo se fija por la sombra de la columna del sol naciente del equinoccio que corta el lado noreste del cerro. La tabla rectangular se construye alargando, a partir de este ángulo, dos veces la longitud de la anchura, o sea, 32.80 m. La base de la tabla estará a 7.68 m del centro. La anchura de la tabla son 20 medidas de 0.32 m (el Templo de Salomón tenía estas mismas 20 medidas) Entonces la longitud son 40 medidas, la superficie 800 medidas cuadradas, esto es igual a 537.92 m2

La anchura de la tabla está determinada por la anchura del «Cerro sagrado». Es al Sol que corresponde, tradicionalmente, «marcar» los recintos: por una altura de la columna, las sombras proyectadas estarán en relación armónica con las distancias cósmicas y los tiempos cósmicos. Las mediciones de la catedral demuestran que la posición de la base de la tabla con relación a la columna es justa, no para un ángulo de 47°, pero sí para un ángulo de 46° 54´. Ésta es la inclinación real de la catedral sobre el paralelo.

La base de la tabla no corresponde a la base del coro actual que termina en los grandes pilares de los cruceros, sino a la base antigua, que estaba señalada por la galería destruida en el s. XVIII. La tabla cuadrada tiene la misma superficie que una tabla rectangular, su lado es 28 medidas, 23.192 m. 23.192 es aproximadamente la décima parte de la base de la pirámide de Keops. La superficie de la base piramidal es cien veces la de la tabla de Chartres.

La construcción de la Tabla cuadrada sobre el gran eje de la Tabla rectangular se hace inmediatamente. La diagonal perpendicular determina la anchura de los primeros laterales del coro y de los laterales de la nave. La superficie de la Tabla cuadrada, igual a la de la Tabla rectangular, es de 537.92 m; y el lado de esta Tabla cuadrada, 537.92 = 23.193 m. El lado de la pirámide de Keops es dado por diferentes autores: 230.902 m (Jomard), 230.364 m (Flinders Petrie), 232.805 m (Moreux). Hay que contar con aproximaciones: resulta difícil medir exactamente la pirámide cuyo revestimiento ha desaparecido.

El ángulo de pendiente de la pirámide es -51°25´ aproximadamente, este es el ángulo sobre el cual está construida la figura que va a dar a la catedral todo su sentido, su ritmo, que es la del heptágono estrellado, también llamado, estrella de siete puntas. El septenario es el símbolo de la encarnación/descenso, la Trinidad Divina es cuaternario material. Es el número de la Tierra vivificada por la corriente divina, en forma geométrica, su símbolo: la Virgen Negra. La estrella de siete puntas se puede trazar muy fácilmente sobre el plano de la catedral, se prolonga la línea de base de la tabla rectangular. Cuando esta línea se encuentra con la de las superficies exteriores de los muros del pórtico de cruceros, resulta en dos puntas de esta estrella cuyo centro es el centro sagrado. Como una de las puntas de la estrella se confunde con el eje de la catedral, resulta fácil encontrar las otras puntas. Para el maestro constructor era al revés, él comenzaba construyendo la estrella, de aquí salía la rotonda, la anchura de las segundas naves laterales del coro, la longitud y anchura de los cruceros, la longitud de la catedral y, por último, le permitía hacer la tabla redonda de igual superficie que las otras dos tablas. La catedral responde a todos estos principios, no con cifras, sino sólamente con el tendel (la cuerda) y las medidas de su maestro.

La cuerda, llamada de «los druidas», de 12 nudos, por lo tanto de 13 segmentos iguales, permite la construcción, sobre el terreno, de diferentes figuras. Así, la del ángulo derecho, por el empleo de 12 segmentos que constituyen el triángulo de Pitágoras; e, igualmente, disponiendo los segmentos: 5, 4, 4, la de un triángulo isósceles con dos ángulos de 51° 19´, muy aproximado a la séptima parte del círculo (51° 25´ 42´ 8/10). Obsérvese que este triángulo isósceles dibuja el corte, por en medio de las caras, de la pirámide.

La cuerda de doce nudos (trece segmentos) de los druidas bastó para ello. Disponiendo la cuerda en triángulo isósceles que tenga por lados 5,4 y 4, se forman dos ángulos de 51° 19´, en tanto que el cálculo arroja, para la séptima parte de 360°: 51° 25´ 42´ 86/100, o sea, un error de 6´ 42´.

La solución métrica es la siguiente: sea la tabla ABCD; MN, su gran eje y T, el punto de la estrella que marca el crucero. La línea AT corta el eje en O y determina dos triángulos semejantes: ACT y ONT; así, AC/CT = ON/NT; de donde: (AC x NT)/CT = ON. Sustituyendo las longitudes por sus valores, obtendremos:
32.80 x 33.64
41.84
= 26.371; de donde: OM = 32.80 - 26.37 = 6.43
El rectángulo A’ABB’ = 6.43 x 16.40 = 105.452; ahora bien, el semicírculo de centro O y de radio
OA’ (8.20) tiene por superficie:
8.202 x 3.1416
2
= 105.620. Para ser absolutamente exacta, la distancia OM debería ser de:
105.62
16.40
= 6.44
Hay, pues, un error de 1 cm, lo cual es desdeñable en la fase de construcción.


En grandes superficies, la corrección resulta fácil efectuando la partición en sentido inverso e interpolando el error. Puede considerarse, pues, el trazado de esa partición como perfectamente realizable con una exactitud más que suficiente sobre el plano de la construcción. Además, no queda del todo excluido que el maestro de obras de Chartres hubiese tenido a su disposición un procedimiento mucho mejor. Quizás el procedimiento del constructor de la pirámide. Tracemos en torno del centro, la estrella de siete radios, con la punta alta por eje del monumento. Dos de las puntas laterales cortan las prolongaciones de la base de la tabla rectangular en puntos que están exactamente en el límite exterior de los cruceros, determinando así la longitud de éstos. Esos dos puntos son particularmente importantes, puesto que permitirán trazar la rotonda del coro y la tabla redonda de igual superficie que la tabla rectangular. Si se junta el punto de la estrella que marca el crucero con el ángulo superior opuesto de la tabla, el punto donde esta línea corta el eje de la tabla es el centro de un semicírculo con la anchura de la tabla por diámetro y una superficie prácticamente igual a la del rectángulo que sustituye. El desarrollo de la tabla rectangular en rotonda es una adaptación evidente del plano gótico al plano románico; siendo el plano gótico, al parecer, de cabecera plana, tal como fue ejecutado en Nuestra Señora de Laon. Es el mismo punto del crucero que será utilizado para la construcción de la tabla redonda. Construir una tabla redonda que tenga la misma superficie que la de una tabla cuadrada o rectangular, es la cuadratura del círculo, una imposibilidad geométrica asaz demostrada. El mismo cálculo integral sólo llega a una aproximación de la constante de Pi. Esto es verdad en matemáticas de laboratorio; en la práctica, se logra, geométricamente, a una aproximación perfectamente suficiente para que los acordes no desafinen.

La solución métrica es la siguiente: siendo O el medio del gran eje de la Tabla rectangular, la línea
TO corta AC en D’, determinando dos triángulos semejantes:
D’CT y ONT; luego, D’C/CT = ON/NT; de donde:
D’C = (ON x CT)/NT. Sustituyendo las longitudes por sus valores:
16.40 x 41.84
33.64
= 20.396.
Por otra parte, tenemos: D’ D2 + D’ C2 = CD2. D’ D2 = (20.396)2 + (16.40)2 = 684.956; y D’ D = J 684.956 = 26.172. El círculo con D’ D por diámetro tiene por superficie: (684.956/4) x 3.1416 = 5370.96 m2


Ahora bien, siendo la superficie de la Tabla rectangular 537.92 m2, sólo hay una diferencia de 4 cm2. El radio de la Tabla redonda así realizada es de 13.086 m, cuando hubiera debido ser de 13.085 m, o sea, un error de 1 mm. Sea como fuere, se ha dado demasiada importancia a esa solución geométrica para no pensar en absoluto en algún secreto encerrado en ese problema, secreto y clave de un enigma vital. Si, desde ese punto la estrella que marca el límite del crucero y que ha sido utilizado ya para la construcción de la rotonda, se tira una línea que llegue a la mitad de la tabla rectangular y se prolonga esa línea hasta el lado opuesto de la tabla, corta ese lado en un punto. Ahora bien, si se alcanza ese punto en el ángulo inferior opuesto de la tabla, la distancia entre ambos puntos tiene un valor muy aproximado a la del diámetro del círculo, cuya superficie es la misma de las tablas rectangulares y cuadradas.

Si trazamos la Tabla redonda en torno del centro sagrado, corta las prolongaciones de la Tabla rectangular en medio de los pilares cuadrados del crucero. La tabla cuadrada trazada igualmente en torno del centro sagrado determina el espesor de los pilares. Por último, ambas tablas determinan la extensión de la antigua galería (desaparecida) que limitaba la base de la Tabla rectangular.

La construcción de la tabla redonda no es, evidentemente, un ejercicio gratuito, Es esa tabla que, en primer lugar, permitirá situar los grandes pilares de la base del coro y de la unión de los cruceros. El centro de construcción de la tabla redonda coincide con el centro de la tabla rectangular, pero no con el centro sagrado, del que dista 2.523 m. Ahora bien, si se traza esa tabla redonda en torno del centro sagrado, la circunferencia de la tabla marcará al cortar las prolongaciones de los lados del coro, el emplazamiento de los pilares que limitan a éste. Si se hace lo propio con la tabla cuadrada, trazada con, en medio, el centro sagrado, el trazado de los lados de la tabla indicará el espesor de los pilares. Así se da, no sólo una solución geométrica, sino también una solución técnica, puesto que el espesor de los pilares es, técnicamente, función de los pesos, altura y empujes del monumento. Puede verse ahí una coincidencia. La galería que cerraba el coro tenía 2 toesas (1.946 m) y 9 pulgadas de ancho, o sea, aproximadamente 4.20 m. Es probable, pues, que ocupase el espacio entre los pilares hasta la base de la tabla rectangular. Lo formaban siete arcadas góticas y constituía el único adorno interior de la catedral. Se sabe, por los trozos que se encontraron en el pavimento, algunos de los cuales se guardan en la cripta y otros en el Louvre, de qué admirables esculturas estaba adornado. 

La rotonda está formada igualmente por siete arcadas góticas, remozadas con la aplicación de grandes capas de estuco en un siglo de luces, cuando el gótico se consideraba bárbaro. Esa rotonda ofrece la particularidad de no estar orientada exactamente sobre la línea media del coro. El semicírculo se inclina ligeramente hacia el Norte.

A consecuencia de la rotación que el maestro de obras ha hecho sufrir al eje de la estrella con relación al de la catedral, se produce un desfase en las anchuras de los laterales Sur y Norte. Por lo que las puntas laterales de arriba de la estrella no cortan ya la base de la rotonda al mismo nivel. El cálculo teórico, basado en una rotación del eje de la estrella en un grado, que parece acercarse a la realidad, arroja una diferencia de casi un metro entre las anchuras de los dos laterales, lo cual corresponde a la realidad, y da una distancia, de límite a límite, de 47.04 m; ahora bien, la medición da, como anchura del coro, de muro a muro, 45.95 m, o sea, una diferencia de 1.09 m. Teniendo cada muro de base, aproximadamente, ese espesor, la indicación de las puntas laterales de arriba de la estrella se habrían referido al centro del muro. No tenemos ningún medio de comprobar este detalle.

Eso no se puede percibir a simple vista, y sólo se descubre en el plano. Ver en ello el resultado de un error sería verdaderamente tener en poco a la ciencia que presidió la erección de todo el monumento; pero el motivo permanece ignorado. 

El desarrollo de la estrella de siete puntas como directriz de construcción no se limita únicamente al coro. Indica también los límites de los segundos colaterales del coro. En efecto, si se prolonga la línea que marca la base de la rotonda, esta línea quedará cortada por las dos puntas altas laterales de la estrella en puntos que marcan los muros del coro; en medio del asentamiento de los muros. Evidentemente, a consecuencia de la inclinación, de la que he hablado más arriba, del semicírculo sobre el eje, existe cierta asimetría entre el muro Norte y el muro Sur. Lo cual prueba que esa inclinación no era debida a un fallo, sino a un propósito deliberado de introducir tal asimetría.

El ábside está construido sobre la estrella de siete puntas desfasada, lo cual hace que la capilla central no esté exactamente en el eje de la catedral. El círculo interior de la ojiva, que tiene el mismo diámetro que la distancia de los muros del coro, no la delimita, pero contiene los centros de construcción de las capillas, cuyo radio interior es de 3.69 m (5 codos de Chartres). Por lo demás, esos centros están marcados por la intersección de las bisectrices de los ángulos superiores de la estrella inclinada.

A partir de los puntos de convergencia de las dos puntas altas de la estrella con la base de la rotonda, el ábside se desarrolla, igualmente, según un semicírculo centrado sobre el de la rotonda. Pero ese círculo no delimita el ábside, contiene los centros de las tres capillas de la cabecera, capillas redondas, cuyo radio interior es de 3.70, longitud que volveremos a encontrar a propósito de la segunda medida. Antes de abandonar la tabla rectangular, se notará que, desde el principio de la rotonda hasta la base del coro, la distancia es de 26.32 metros, y la anchura de 16.40 m; las proporciones de ese rectángulo se aproximan mucho a las del Número Áureo que, para el hombre, es la proporción clave de toda estética.

La construcción de la estrella da una distancia teórica, del centro sagrado a la base de los cruceros, de 31.10 m. Las mediciones dan 31.083 m. En cuanto a las torres que apuntalan el ábside y el coro, se trata, evidentemente, de extensión.


Hasta aquí sólo se ha utilizado los ejes de las puntas de la estrella. Ahora es menester construirla. Si se delimita esa estrella con un círculo que pase por los puntos de crucero que han servido para las construcciones, ese círculo corta las dos puntas bajas a la altura del límite occidental de los cruceros, determinando así la anchura de éstos. El cálculo indica que ese límite debería encontrarse a 20.88 m de la base del coro. Las mediciones de la catedral dan, para esa anchura, 20.98 m. La separación es de 10 cm. Por lo demás, el círculo circunscrito a la estrella, que permite construir el heptágono estrellado, corta las dos puntas laterales altas en los ángulos de las torres de ajustes de los muros del coro y del semicírculo del ábside. Ahí también la construcción geométrica resuelve un problema técnico de construcción. Falta por considerar la parte pública de la iglesia; es decir, la nave y sus colaterales. Su anchura ha sido determinada por la del coro. La anchura de la nave, más sus colaterales, de muro a muro, ha sido determinada por la diagonal de la tabla cuadrada. Resta su longitud, que nos indicará la sucesión de las tablas. A partir de la tabla rectangular, pero separada de ella por la galería, se situará la tabla cuadrada, con su diagonal en el eje de la catedral. ¡Y, oh, maravilla, el ángulo sudoeste de la tabla cuadrada se halla exactamente situado en esa piedra blanca marcada con una espiga de metal, que el sol del solsticio de junio ilumina a mediodía del día 21!


Además, recordemos que la superficie de la tabla cuadrada era la centésima parte de la pirámide de Keops; a consecuencia de la inclinación de la catedral, esa tabla cuadrada, como la pirámide, tiene una de sus caras dirigida casi exactamente al Norte verdadero. Y es perfectamente posible que, cuando la tabla era indicada sobre el enlosado de otro modo que por un solo punto (como es todavía el caso de Amiens), no estaba en absoluto orientada de manera exacta.

Inmediatamente a continuación de la tabla cuadrada se sitúa la tabla redonda. Esa tabla está marcada (y representada) por el laberinto, que afortunadamente ha sido conservado. Ahora bien, el círculo de la tabla redonda, puesto así a continuación de la tabla cuadrada, toca la línea que junta los bordes orientales de los pilares apuntalados en las torres. El camino de iniciación comienza ahí. Por otra parte, si trazamos la estrella según la forma tradicional, es decir, juntando las cimas de tres en tres, y prolongamos los lados de la punta alta, la que está en el eje de la catedral, comprobaremos que ese ángulo encierra y delimita las torres occidentales que, sin embargo, se empezaron a construir cincuenta años antes que  la nave. Se comprenderá por qué puede parecer muy afortunada la coincidencia que hizo colocar esas torres en ese lugar y que les dio esas dimensiones.


Aunque construidas cincuenta años antes de la catedral, las torres de la fachada Oeste se insertan exactamente en la extensión delimitada por la estrella.

Tres Tablas portaron el grial… ¿Qué era el grial? Según la tradición, es el vaso que sirvió Jesucristo en la Última Cena y utilizado por José de Arimatea para recoger la sangre del Cristo crucificado, este vaso contiene la Sangre Divina. Los Caballeros de la Tabla Redonda buscaban este vaso. El Grial no es céltico, puede ser muy anterior. Su raíz Car o Gar, es igual a piedra. El Gar-Al o Gar-El, es el vaso que contiene la piedra, o la Piedra de Dios. Dos posibilidades: el vaso que se hace piedra, o la piedra en sí misma, esto es un símbolo alquímico. Grial = Caldero (Caldron de Lug) Es el fuego celta donde se cocían las medicinas universales. El Rey Gradlon es el guardián del Grial en su ciudad de Is, que las olas sumergieron cuando su hija Mahu, cristiana, destruyó los menhires de fijación del suelo. Melquisedec está representado en el pórtico de Chartres, en el pórtico norte, el llamado de los Iniciados. Se lo ve portando la copa que entregó a Abraham y de la que asoma la piedra. La explicación de las tres tablas. Al tornarse el hombre vaso, Grial, se ofrecen tres vías de acceso a la mutación, representadas y condicionadas a las tres tablas: redonda, cuadrada, rectangular, o sea, Intuición, Inteligencia y Mística. La Tabla Redonda se manifiesta en Crómlechs y los Ronds-de-Fées, danzan sobre círculos, el danzante encontraba su origen. Las rondas en Chartres eran acostumbradas en tiempo pascual y conducidas por el propio obispo. Las iglesias templarias que eran redondas y en el centro estaba el altar. La Tabla Cuadrada o cuadratura de la mesa redonda, estaba en el damero y el marelle primitivo, hoy convertido en un juego de niños. En la tabla original del ábaco, en el trabajo, en los números, en la tabla de Pitágoras. El símbolo más explícito está en la tabla de ajedrez. Realizar la cuadratura del círculo es trasformar la iniciación intuitiva en iniciación consciente, razonada, activa. La Tabla Rectangular es una tabla mística, una tabla de revelación. Es la tabla de la Cena, la tabla del sacrificio de Dios.

Existen dos medidas en la catedral de Chartres, una de las piedras y otra del vacío. Para encontrar el Codo de Chartres, nos ayudaran las dimensiones de la inmensa nave. En metros las medidas más notables son: 37, 74, 148. El coro mide 37 m de largo y 14.80 de ancho, la nave tiene igual anchura 74 m de largo, la bóveda 37 m de alto, la longitud del coro es el doble que el de la nave, y la longitud total de la nave central, desde la rotonda del coro hasta las puertas, es de 110.76 m, si la dividimos para 3, es igual a 36.92 m. Los pilares de la nave central tienen un diámetro de 1.60 m, la anchura (vacía) del coro es de 17.78 m, casi cuatro veces 3.69 m. Según el plano del suelo, se usó una medida de aproximadamente 0.369 m, para simplificarla se la dobló, 0.738, esta es la medida del famoso Codo de Chartres. Si pasamos todo a codos: anchura del coro = 20; longitud coro = 50; longitud de la nave = 100; longitud de los cruceros = 90; altura bóveda = 50; grosor de los pilares octogonales (2 veces la medida del coro); anchura torres (20 veces); radio de la construcción de la capilla redonda del ábside (5 veces). Nada de esto es coincidencia. 0.738 m es la cien milésima parte del grado del paralelo de Chartres. Esto se logra con cálculos trigonométricos en base al radio terrestre y realizando una verificación con un mapa a escala 1/25000. Esta misma firma está presente también en Reims y Amiens. Reims está situada a 49°14´latitud norte = grado paralelo 71 km aproximadamente. El Codo de Reims debe ser 0.71 m. La longitud de Reims es 142 m y la longitud de los cruceros se aproxima a la medida geométrica 71 y 35.5. Amiens situada a 49°52´, resulta un codo 0.70 m. La altura de la bóveda es sesenta veces 0.70 y la longitud del crucero es 70 m. Los constructores conocían muy bien el globo terrestre. Este saber oculto llegó al poder de los -promotores- de la Orden del Temple. Archa cederis = por el Arca obrarás.
Son muchos números y cálculos, lo entendemos, pero lo que queremos que comprenda nuestro lector es que esta obra de arte arquitectónica fue iniciada en 1194 (825 años atrás) y tan solo se demoró 26 años en ser terminada. El maestro, o maestros, constructor tenía todo este conocimiento en su cabeza, conocía cada una de estas medidas, proporciones, ángulos, incluso coordenadas geográficas. ¿De dónde obtuvo esa información, quién se la proporcionó? Imagínense que ustedes tengan que construir algo (impresionante), cumpliendo una larga lista de requisitos (ángulos, medidas, proporciones, dimensiones, solsticios, etc.) y que al terminarlo sea algo asombroso y perfecto y no una cosa desproporcionada, fea y desequilibrada por querer cumplir con todas las exigencias. Esto es Chartres, y no solo esta iglesia, muchas otras catedrales son el resultado de un conocimiento secreto y porque no decirlo, hasta divino.
Todavía no hemos terminado…

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