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Revista Abanico Ed.15
Sección: Desde Otra Perspectiva
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Pobres Caballeros de Cristo 1 - 2 - 3

A la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón (Pauperes Commilitones Christi Templique Salomonici) se les atribuye de todo. 

Ellos poseen el Arca de la Alianza, el Santo Grial, una armada poderosa, un coraje desmedido y la capacidad de amedrentar a cualquier enemigo. 

Tengan en cuenta que hablamos en presente. 

Sin embargo, ellos eran simples hombres sabios que se dedicaron a proteger a los peregrinos de todas las religiones. Eran hábiles hombres de estado, políticos, mercaderes y tienen una alianza con la gran fraternidad de mercantes que crearon un imperio de intercambio alrededor del mundo en el tiempo de los Fenicios. A pesar de ser perseguidos hasta el exterminio, aún guardan y preservan grandes conocimientos y objetos sagrados. Algunos trazan sus orígenes a la construcción del Templo de Salomón por los masones fenicios de Tiro, otros a la Gran Pirámide, incluso a la Atlántida, pero para los historiadores modernos, su historia inicia con las Cruzadas en la Edad Media.

Los Templarios iniciaron con un grupo de nueve caballeros franceses, quienes llegaron a Jerusalén en el año 1118. Pidieron al rey de Jerusalén que les permita vivir en el Templo de Salomón que estaba parcialmente en ruinas y servía como mezquita.

El arquitecto francés Luis Charpentier dice que los Templarios construyeron la catedral de Chartres como un depositario de la sabiduría antigua. Este repositorio era igual a Stonehenge, el Templo de Salomón o la Gran Pirámide de Egipto. La sabiduría que se guardaba en este lugar provenía de los nueve caballeros que la obtuvieron del Templo de Salomón. 

Está escrito que en el año 1118 nueve caballeros franceses se presentaron al rey cristiano Balduino II de Jerusalén y le explicaron que tenían planeado crear una compañía para proteger a los peregrinos que visitaban a ciudad santa. El rey sabía a lo que se referían, fue prisionero de los sarracenos y conocía que la Secta de los Asesinos estaba inmiscuida en la política musulmana. Pidieron ser alojados en el ala del palacio, lugar que estaba adyacente a la mezquita del Domo de la Roca, que se había construido sobre el Templo de Salomón. El rey aceptó y así nació la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón. Diez años después los nueve caballeros se presentaron al Papa, quien aprobó la Orden. Eran nueve, luego apareció un décimo, el Conde de Champagne, un importante noble francés.


Ninguno de los pobre caballeros en realidad era paupérrimo y tampoco eran todos franceses. Muchos provenían de importantes familias francesas y flamencas. 

De los diez, cuatro no han sido identificados, aunque se conoce sus nombres. 

Era poco probable que la Orden se creara para proteger a los peregrinos porque ya existía otra Orden que lo hacía, eran los Caballeros Hospitalarios o Caballeros de San Juan, hoy conocidos como los Caballeros de Malta. 

Tengan en cuenta que no se puede confundir a los Caballeros Templarios con los Caballeros de Malta como muchos historiadores lo hacen. Los Templarios son muy diferentes a los otros cruzados, a veces hasta peleaban entre ellos, incluso en Tierra Santa. Los Hospitalarios, hoy Caballeros de Malta, fueron expulsados de Malta por Napoleón. Hoy residen en Italia, todavía poseen su territorio soberano y se dice que son la sociedad secreta que trabaja para el Vaticano. Se rumorea que los Templarios tenían diferencias con el Vaticano y su milicia los Hospitalarios. Al parecer fueron al Templo de Salomón en busca de secretos de ingeniería y posiblemente tesoros perdidos, como el Arca de la Alianza, que podía estar escondida en un sistema de cavernas bajo el templo.

Ayudados por el abad Bernardo de Claraval, los nueve caballeros, dirigidos por el Conde de Champagne, crearon los Caballeros Templarios. Con el dinero acumulado, fue construida la catedral de Chartres, luego, varias catedrales fueron construidas alrededor de Europa y así nació la leyenda de los Maestros Masones. En la catedral de Chartres se encuentran vitrales de muchos colores, imposibles de duplicar hoy en día. Escondidos dentro de la catedral se encuentran antiguos codos de medición, así como artefactos esotéricos como el Laberinto de Chartres, también objetos de geometría sagrada y una imagen de la búsqueda del Santo Grial.


Cuando un noble entraba en la Orden, debía entregar su castillo y posesiones, las cuales se usaban para generar ganancias y comprar armas, caballos, armaduras y provisiones militares. Así creció rápidamente la Orden, nobles que no se unían a ella la apoyaban con regalos, dinero y propiedades. El rey Esteban de Inglaterra contribuyó con su propiedad de Cressing en Essex e hizo arreglos para que altos miembros del Temple visiten a nobles de Inglaterra y Escocia.

El Papa Eugenio decretó que solo los Templarios, y nadie más que ellos, usaran una cruz roja especial llamada, cruz patada, en el lado izquierdo de sus pechos sobre sus mantos blancos. Lucharon de forma muy valiente en el Medio Este, ganándose el respeto de sus enemigos los musulmanes.

En 1129 el Gran Maestro del Temple, Hugh de Payens, lideró una compañía de trecientos caballeros, reclutados de las casas más nobles de Europa, para que lo acompañaran a una peregrinación a Jerusalén. Durante esta visita, los Templarios se unieron a los Asesinos de Persia para capturar la ciudad de Damasco. Según el historiador Arkon Daraul, los seguidores de Hasan Ibn Sabah, los Asesinos, estaban en contacto con los Templarios, incluso estaban dispuestos a convertirse al cristianismo si lograban sus objetivos, cosa que no sucedió. En algún momento se realizó un pago de tres mil piezas de oro por parte de los Asesinos de Siria hacia los Templarios, en forma de tributo. Hasta ahora no se conoce el vínculo exacto entre estos dos grupos. Cabe decir que los Templarios no practicaron los asesinatos políticos como los Asesinos, más bien, fueron víctimas de las intrigas del poder político y públicamente ejecutados o asesinados como lo fue Henry Sinclair, Gran Maestro, en 1401, cuando su flota regresó del norte de África.

Muchos Templarios eran palestinos, hablaban árabe y conocían de las sectas religiosas, cultos, doctrinas mágicas, incluida la de los Asesinos. Por ejemplo, el Gran Maestro Felipe de Nablus (1167) era sirio. Cabe mencionar que los Asesinos se volvieron la secta Ismaili del Islam. Su cabeza es el Aga Khan, y sus seguidores residen en la actual Pakistán e India. El Aga Khan, un titulo heredado de los descendientes de Mohammed, tiene residencia en London y Bombay. El padre del actual Aga Khan estuvo casado conla actriz de Hollywood Rita Hayworth.

Mientras todo esto sucedía una Orden paralela era fundada en Amalfi, Italia, en el siglo XI. Fueron a Jerusalén para proteger a los peregrinos cristianos, pero luego extendieron su misión a toda Tierra Santa. Con los años, esta Orden, los Caballeros de San Juan (Caballeros Hospitalarios) se volvieron altamente militante y generalmente combatían junto a los Templarios y a los Caballeros Teutones de Santa María.

Esta apasionante historia continuará en la dieciseisava edición de revista Abanico, donde les contaremos la historia de los actuales caballeros de Malta y continuaremos con los Templarios y su temida flota.

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