Denísova

 

Revista Abanico Ed.24
Sección: Arcanus

Tiempo de lectura: 3 minutos

Cuando creemos que todo está dicho, aparecen nuevas evidencias que lo cambian todo. Por motivos conocidos, estas nuevas evidencias quedan relegadas y el cuento oficial se mantiene. El revisionismo histórico solo sirve para ciertos casos, casos domésticos, por así llamarlos. En cambio, eventos que cambiarían drásticamente la forma de ver el mundo y de comprender la historia humana, no pueden ser revisados.

En Abanico hemos hablado extensamente de estos casos, y en esta edición les mostraremos uno más.

Año 2023: arqueólogos encuentran evidencia de que la arquitectura y el arte comenzaron antes de lo que se pensaba. Con este nuevo hallazgo, más todos los anteriores, es obvio que se debe replantear la teoría de la evolución humana, la antigüedad de nuestra especie y el verdadero origen de los homínidos primitivos.

Hace medio millón de años, antes de lo que se creía posible, los humanos ya construían estructuras de madera, según una nueva investigación realizada por un equipo de la Universidad de Liverpool y la Universidad de Aberystwyth. La investigación, publicada en la revista Nature, informa sobre el hallazgo de madera bien conservada en el yacimiento arqueológico de las cataratas de Kalambo, Zambia, que data de hace al menos 476.000 años y es anterior a la evolución de nuestra propia especie, el homo sapiens. Los hallazgos sugieren que los habitantes de la Edad de Piedra construyeron lo que podrían haber sido refugios.

Desenterrada en Zambia, una estructura de madera de 476.000 años de antigüedad

Hace 70.000 mil años se fabricó una hermosa pulsera, en 2008 la encontraron en una cueva en Siberia. La pulsera está hecha de clorito, de color verde oscuro, cuando existe luz, brilla, en sombra, se torna verde oscuro, algo mágico. Es muy sofisticada y tan avanzada, que los arqueólogos dudaron de su datación. Se fabricó con una especie de taladro, dando a entender que quienes lo hicieron, eran mucho más hábiles y adelantados de lo que se pensaba. El maestro que la fabricó era experto, el orificio de 0.8 cm en la pieza sugiere avance tecnológico. Algo así era muy difícil de realizar en el Paleolítico, sin embargo, aquí lo tenemos y sabemos quién lo hizo. Les presento a sus antiguos parientes, los denisovanos.


Los denisovanos son un grupo de antiguos humanos. Su existencia salió a la luz en 2010 cuando analizaron genéticamente un diente y un pedazo de dedo encontrados en una cueva llamada Denísova, en las montañas Altái en Siberia. Los estudios indican que vivieron hace 765.000 años, junto a los neandertales y homo sapiens. Los denisovanos se reprodujeron con los humanos modernos, tanto en Asia como en Indonesia. Sus descendientes supieron aclimatarse mejor a la altura. No se conoce cuándo dejaron de existir, tal vez solo hace 30.000 mil años.


Los huesos pertenecían a una niña de 13 años de edad, hija de un denisovano, con ancestros neandertales, y una neandertal. Sus padres eran humanos como nosotros, pero de diferente especie.

Hace 70.000 mil años se fabricó una hermosa pulsera...

Debemos de repensar nuestro origen, ya que varias cosas no concuerdan. Muchos estudios evolucionistas se basan en pruebas genéticas sumamente endebles. Muchos de los estudios que nos enseñan son obsoletos. La datación de fósiles humanos está plagada de incertidumbres y suposiciones. 

Existen fósiles fuera de lugar que dejan sin palabras a los evolucionistas, como las huellas de aves en estratos de dinosaurios primitivos. Este descubrimiento deja sin sentido a la premisa de que de las aves evolucionaron a partir de los dinosaurios.

Podríamos seguir ejemplificando estas discordancias, como el descubrimiento de un murciélago, un pliosaurio y una huella humana, que ponen en aprietos a los evolucionistas y su línea temporal evolutiva, pero lo dejaremos para otra edición.

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