La #Luna



Revista Abanico Ed.4
Sección: Fortaleza de los Escritos

En nuestra Fortaleza de los Escritos nos gusta tratar varios temas. No tenemos preferencias, los compartimos y dejamos que el lector formule sus propias conclusiones. Existen muchas cosas por conocer, están ahí, unos las toman, otros las desechan, muchos no se enteran y otros tantos no quieren ni saber de ellas.

La noche del domingo 27 de septiembre y madrugada del lunes, algunos alzamos la mirada al cielo para presenciar lo que los astrónomos, en especial los de la NASA, nos decían que ocurriría, una Superluna de Sangre. La noticia recorrió el mundo, era la última Luna Roja de una Tétrada (conjunto de cuatro elementos vinculados entre sí) que inició el 15 de abril de 2014, continuó el 8 de octubre, el 4 de abril de 2015 y finalizó el 27 de septiembre.


El término Superluna significa una Luna Llena o Nueva cuando está en el punto más cercano a la Tierra, esto hace que se la vea un 14 % más grande y un 30 % más brillante de lo normal. La Sangre se debe a que la Luna entra al cono de la sombra de la Tierra, y no desaparece, tiñéndose de rojo, porque la luz del Sol que pasa por la atmosfera terrestre se refracta en los colores del arcoíris, menos el rojo que se dispersa y hace que veamos a la Luna de ese color. Para completar, era un eclipse total, cuando la Luna entra totalmente en la zona umbral, en el cono de sombra de la Tierra. Excelente explicación de los expertos, maravilloso espectáculo.

Desde niños nos han contado que la Luna es el único satélite natural del planeta. Tiene un diámetro de 3.476 km, casi una cuarta parte de la Tierra, su masa, densidad y gravedad son menores comparadas a la de nuestro planeta. Orbita a una distancia y velocidad media de 384.403 km a 3.700 km/h. Da una vuelta completa a la Tierra en su órbita elíptica, demorándose 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos y para cambiar de fase necesita, 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,8 segundos. Como tarda en dar «una vuelta en su propio eje,» lo que le toma dar una vuelta a la Tierra, siempre vemos la misma cara. A pesar de brillar, solo refleja el 7 % de luz que recibe del Astro Rey. El 29 de julio de 1969 el hombre pisó su superficie, como nos lo enseñaron.

Nos gustaría dejar hasta aquí nuestro artículo sobre la luna, sería lo mejor, pero no lo podemos hacer. Existen oficialmente tres posibilidades del origen de la Luna: 1) Era un astro independiente que al pasar cerca se quedó atrapado. 2) La Tierra y la Luna nacieron de una misma masa. 3) Nació de una hinchazón de la Tierra que se desprendió. Podemos citar una cuarta y quinta posibilidad, pero continuemos.

La Luna tiene una órbita casi perfecta, con esto eliminamos la posibilidad número 1, es más antigua que la Tierra, eliminamos la 2 y tiene materiales distintos a la de la Tierra, fuera la 3.


Enmanuel Velikovsky, médico ruso, nos dice que en textos antiguos no existían referencias de la Luna. Aristóteles cuenta, en La Constitución de Tages, que los pelasgos (pueblos predecesores de los helenos) habitaban la Tierra antes de que la Luna apareciera en los cielos. Textos tibetanos hablan del continente Gondwana donde no había Luna, los chamanes aimaras e incas relatan que es artificial y que controla la rotación de la Tierra.

Los científicos rusos Mijail Vasin y Alexander Sherbakov publicaron en los años sesenta en la revista Sputnik, rarezas de la Luna que permiten deducir que es un satélite artificial. Dicen que es un planetoide hueco colocado por inteligencia muy avanzada hace miles de siglos. El Dr. Fred Singer, asesor de Eisenhower sostenía que la Luna de Marte, Phobos, también era un satélite artificial. Como lo explicamos la densidad media de la Luna es menor a la de la Tierra, Gordon MacDonald de la NASA opina que con esta densidad podría estar hueca.

Carl Sagan nos dice que los satélites naturales no pueden ser huecos, por lo tanto, la Luna no sería natural, ya que no se parece a la Tierra en su composición y ser hueca tampoco es natural; por lo tanto, es un satélite artificial.

Algunos datos que no cuadran: Las rocas de la Tierra datan de hace 3700 millones de años, las de la Luna 4500 millones. La Luna tiene tres capas de roca, la de la superficie la más dura a diferencia de la Tierra. Sus cráteres dicen ser de choques de meteoritos, tiene muchos más que la Tierra a pesar de que nuestro planeta es mucho más grande. Los mares provienen de lava interna, algo raro siendo un satélite frío. Muestra poco magnetismo, pero también rastros de que antes tuvo un gran campo magnético. Tiene canales o zanjas y bloques de hierro en su interior. Produce extrañas vibraciones a los sismógrafos como si tuviera una capa metálica. No rota sobre sí misma y siempre muestra la misma cara. En su parte oscura muestra una abolladura. Su órbita está en un círculo perfecto y es estacionaria. No existe ningún satélite ni planeta u objeto que se comporte así. Por su posición perfecta es raro que forme eclipses con el Sol y la Tierra.

Quisiéramos alargarnos más, pero lo dejaremos para nuestra próxima edición, como siempre agradeciendo a Luis Carlos Campos por la información proporcionada.

La Luna influye mucho en nuestro Planeta, en especial en las mareas. Rige los ciclos femeninos, aunque en algunos casos ya no se cumplen cada 28 días porque el Sol y Alcione influyen más en ellas. Por otro lado, despierta a los vampiros y convierte a las personas en hombres lobo. Leyendas, mitos y misterios se construyen alrededor de nuestro satélite.

Continuaremos y veremos si podemos pisar la Luna en la próxima ocasión.

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