Revista Abanico Ed.23
Sección: ASU
Tiempo de lectura: 5 minutos
Este artículo fue publicado el 26 de abril de 2023 en greenmedinfo.com, bajo el título, CONSUMER ALERT: The Deadly Reason Tylenol Should Be Removed from the Market y escrito por Sayer Ji.
Tylenol, una forma registrada de la sustancia química conocida como acetaminofén o paracetamol, es uno de los analgésicos más utilizados en los Estados Unidos en la actualidad, pero también es uno de los más peligrosos. Por ejemplo, casi quinientas personas mueren y treinta mil son hospitalizadas cada año en los EE.UU. como resultado de sus efectos tóxicos bien determinados, aunque rara vez discutidos.
Es comercializado por Johnson & Johnson y utilizado para aliviar el dolor y la fiebre (incluso en personas altamente vulnerables como bebés y niños). Son pocos los consumidores que saben el riesgo que conlleva utilizarlo, así como las alternativas naturales más seguras que existen.
Por ejemplo, un artículo de 2017 publicado en Journal of Hepatology titulado “Salud pública: Hepatotoxicidad por paracetamol (APAP): ¿no es hora de que desaparezca el APAP?“, resume la naturaleza alarmante del problema de toxicidad del Tylenol de la siguiente manera:
“El acetaminofén (APAP) es el fármaco más utilizado para el tratamiento del dolor y la fiebre en todo el mundo. El APAP es capaz de causar necrosis hepatocelular relacionada con la dosis. Es responsable de casi quinientas muertes al año solo en los EE.UU., de más de cien mil llamadas a los centros de control de envenenamiento de EE.UU., de más de cincuenta mil visitas a la sala de emergencias y de más de diez mil hospitalizaciones al año. Es un producto de venta libre y recetado (con opioides), su toxicidad eclipsa a todos los demás medicamentos recetados como causa de insuficiencia hepática aguda en los Estados Unidos y Europa, pero no está regulado de manera significativa”.
El artículo señala que el paracetamol (APAP) es una “toxina relacionada con la dosis” y que la llamada toxicidad de APAP es la causa del 46% de todos los fallos hepáticos agudos en los Estados Unidos, y entre el 40 y 70% de todos los casos en Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa. En conjunto, esto supera el número de muertes relacionadas con insuficiencia hepática aguda (ALF) resultantes de todos los medicamentos recetados combinados, como puede ver en el siguiente gráfico.
El paracetamol es un producto multimillonario, pero a pesar de tener la reputación de ser extremadamente seguro y tener poca supervisión regulatoria de la FDA, porque es un medicamento de venta libre, es “mortal”.
El reconocimiento de este hecho comenzó hace medio siglo, cuando este producto se asoció con intentos de suicidio, muchos de los cuales tuvieron éxito. Un editorial de Lancet de 1975 opinaba:
“Seguramente ha llegado el momento de reemplazar el paracetamol [un sinónimo de acetaminofén] con un análogo efectivo que no puede causar daño hepático”.(26. Lancet Editorial (unsigned) 1975 Dec 13;:1189.)
En 2016, McNeil (una compañía de Johnson and Johnson) resolvió una demanda colectiva con más de cien demandantes que involucraban afirmaciones de que Tylenol causó daño hepático y muerte. Como resultado de la demanda, se reveló que la FDA y McNeil/Johnson & Johnson retrasaron la implementación de sugerencias para mejorar la seguridad del paracetamol a pesar de sus daños bien conocidos. (2)
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¿Debe clasificarse al Tylenol como sustancia química neurotóxica con efectos psiquiátricos?
Si bien los daños al hígado causados por Tylenol son los efectos más reconocidos por la comunidad médica, pocos parecen estar al tanto de la investigación acumulada que muestra que el uso de Tylenol tiene impactos neurológicos y psiquiátricos graves, incluida la contribución al trastorno del espectro autista, comportamiento de riesgo, trastorno por déficit de atención y el embotamiento de las respuestas emocionales, incluida la reducción de la empatía humana (por ejemplo, afecto plano).
Hemos documentado todas estas posibles consecuencias en profundidad en artículos anteriores, que puedes investigar más a fondo en los siguientes enlaces: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y Tylenol - Comportamiento de riesgo y Tylenol - Comportamiento de riesgo y Tylenol Reducción de la empatía y Tylenol: Estudio 1 - Reducción de la empatía y Tylenol: Estudio 2
Cabe destacar que en los estudios de comportamiento de riesgos y reducción de la empatía, una sola dosis de 1.000 mg produjo estos efectos neurobiológicos y psiquiátricos adversos. Esto es muy preocupante e indica cuán extremadamente tóxica es esta clase química; especialmente porque los efectos del Tylenol para mitigar el dolor y las emociones en realidad pueden reducir la conciencia del consumidor sobre sus efectos nocivos.
¿Por qué no se conoce de estos efectos peligrosos?
Porque la verdad es silenciada y censurada por los grandes grupos de control, como lo pudimos palpar indiscutiblemente en esta última mal llamada pandemia. Pongamos un ejemplo. Existe evidencia que las más reconocidas publicaciones médicas están influenciadas por sus anunciantes. Un estudio de 2008 mostró que las publicaciones con más publicidad de farmacéuticas, tenían los reportes más negativos sobre vitaminas. Estas eran las publicaciones con mayor cantidad de anuncios de farmacéuticas: Journal of the American Medical Association, New England Journal of Medicine, British Medical Journal, Canadian Medical Association Journal, Annals of International Medicine, Archive of International Medicine, Archives of Pediatric and Adolescent Medicine, Pediatrics and Pediatric Research y American Family Physician. Los autores del artículo dijeron: “el impacto de los anuncios en las publicaciones” es real, y que “el mayor impacto de este sesgo en las guías profesionales, atención sanitaria y políticas de salud es un asunto de gran preocupación pública”.
Lo que hay que entender, es que los datos generados en estas publicaciones son impuestos o manipulados por el dinero de las farmacéuticas. Hay que tener en cuenta que los estudios de ciertas drogas son diseñados para favorecerlas. Estas farmacéuticas pueden trucar ensayos clínicos (lo vemos con las famosas inyecciones de la mal llamada pandemia). Lo alarmante es que los futuros médicos pueden ser comprados por estas grandes farmacéuticas.
La salud humana es un negocio lucrativo, muy lucrativo. Quien piense que estas farmacéuticas o los gobiernos comprados por ellas están pensando en el bien de la humanidad cuando sacan una nueva droga, está totalmente equivocado.
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