Île de la Cité - #París - #Francia



Revista Abanico Ed.16
Sección: El Bargueño


El primer nombre de París fue Lutetia (en francés Lutèce, en español Lutecia) y se lo menciona en La Guerra de las Galias de Julio César (58-50 a.C.) cuando escribe sobre el truco estratégico que utilizará para sitiar al pequeño poblado ocupado por la tribu local, los Parisios (latín, Parissi) un pueblo celta y que le dio su nombre a la ciudad en el 360 d.C.


Mientras se realizaban excavaciones bajo la catedral de Notre-Dame en 1710, para las tumbas de los arzobispos de París, los trabajadores encontraron un pilar, el Pilar de los barqueros. Es una escultura que contiene dieciséis imágenes esculpidas del panteón greco-romano, divinidades celtas e inscripciones resaltadas en rojo ocre. La escultura de piedra caliza es un raro testamento de la mitología gálica y data del 14-37 d.C. Originalmente estaba en el templo galo-romano del pueblo de Lutetia. La catedral de Notre-Dame fue construida sobre este templo, primero celta, y luego romano. Era un monumento dedicado a Tiberio, que fue emperador desde el 18 de septiembre del año 14 hasta su muerte, el 16 de marzo del año 37.


El pilar está dedicado a Jupiter, pero también se enfoca en la iconografía de dioses celtas. Aquí vemos
a Cernunnos, dios celta representado con forma masculina y cuernos de ciervo, es dios de la fertilidad, virilidad, renovación, lujuria y abundancia. También a Tarvos Trigaranus representado como un toro grande y pesado frente a un árbol de sauce.

Alrededor del primer siglo de nuestra era, los romanos ocuparon un área que se extendía entre la Île de la Cité (Isla del Asentamiento) y la Montagne Sainte Geneviève (Montaña Santa Genoveva) a la orilla izquierda del rio Sena. El forum (plaza central) estaba ubicado en la cima de esta colina, en donde hoy se encuentra el Place du Panthéon. La orilla derecha del río era pantanosa y su desarrollo ocurrió mucho después.

Fueron los famosos caballeros templarios quienes fundaron el III Distrito de París, en la orilla derecha del Sena. Era también conocido como el arrondissement du Temple (distrito del templo). De la gran fortaleza de los Caballeros Templarios o Enclos du Temple (Recinto del Templo) solo quedan hoy algunos nombres de sus calles. En 1139 un grupo de templarios se asentó en lo que hoy es la zona del Hôtel de Ville (Ayuntamiento de París). Les costó casi un siglo convertir a esta zona pantanosa en el huerto de la capital. Luego se mudaron al extremo noreste, donde edificaron el Recinto del Templo, su sede en Europa, al sur de la Place de la République (plaza de la República). Por su agudeza en los negocios y la agricultura lograron poder y dinero. Ellos eran los banqueros de la Europa medieval y una de sus principales sedes bancarias estaba en París. En el cruce de las calles Fontaines-du-Temple y la calle del Temple, estaba la única puerta de acceso a la gran fortaleza.

Felipe II de Francia confió en ellos para que guarden sus tesoros en 1190. Enrique II de Inglaterra prefirió hospedarse en el Templo y no en el Palacio de Justicia de la Île de la Cité, donde moraba Luis IX de Francia en 1254. Quien no aceptó este poder y los envidió por sus riquezas fue Felipe IV de Francia, llamado el Hermoso. Deseó su fin y así lo consiguió. 54 templarios fueron a la hoguera en la Isla de los Judíos, hoy borde sur de la plaza Dauphine. Los templarios desaparecieron de Francia en 1313. El 12 de marzo de 1314, Jacques de Molay, Gran Maestro del Templo, fue quemado en la hoguera también en la Isla de los Judíos, en presencia del Rey. Mientras moría, profirió profecías y maldiciones contra el Rey y el Papa; curiosamente, tanto Felipe el Hermoso como el papa Clemente V murieron aquel año, y una sucesión de desdichas acontecieron también a la familia real capetina. Sus posesiones pasaron al rey y a la Orden de los Hospitalarios u Orden de Malta. Ellos ocuparon el Reciento del Templo hasta la Revolución Francesa. Napoleón la disolvió a principios del siglo XIX. El palacio del Gran Prior del Templo, construído donde se cruzan actualmente las calles del Temple y de Bretagne, se convirtió en el lugar donde residían los hijos ilegítimos de la realeza.

El 13 de agosto de 1792 la pareja real, sus dos hijos y la hermana del Rey fueron encerrados en lo alto de la Torre del Templo, mientras que las otras mujeres eran transferidas a la cárcel de La Force (actualmente en el distrito cuatro), de la que los parisienses ignoraban su existencia. Aquí empezó la trágica extinción de la familia real. El Rey estuvo retenido en el Templo hasta su ejecución el 21 de enero de 1793. Por prudencia, Napoleón arrasó completamente la Torre de Templo, ya que los Realistas la habían convertido en un santuario. La novelesca iglesia original y su cementerio conocieron pronto igual suerte. Solo el palacio del Gran Prior quedaba de pie cuando, en el momento de la Restauración, la Princesa Real regresó del exilio a aquel trágico lugar, rezó y plantó ahí un sauce llorón. Utilizado por el Ministerio de la Religión durante el gobierno de Napoleón, como convento durante la Restauración y como cuartel militar durante la Segunda República, fue echado abajo en 1853 por el emperador Napoleón III quien, durante su reinado, encargó al barón Haussmann que transformara y modernizara la ciudad de París, el cual le dio el aspecto que hoy le conocemos.

Hôtel de Ville
La Île de la Cité es una isla en forma de barco en el Sena, que es el antiguo corazón de París. Aquí se asienta la catedral de Notre-Dame (Nuestra Señora) y varios edificios gubernamentales. En Francia, todas las distancias de las vías son calculadas desde el Punto Cero, localizado en el Place du Parvis de Notre-Dame, la plaza frente a la catedral. En ella también encontramos la Ste Chapelleel Palais de Justicia y el Conciergerie, la prisión donde estuvo cautiva María Antonieta. Los jueces se han reunido aquí por cientos de años, los enfermos han sido atendidos en el hospital Hotel Dieu desde el siglo XVII.

La historia de París gira en torno al Sena, que en esa época era mucho más amplio y menos profundo de lo que es hoy. El río era una vía de comunicación que permitió el nacimiento de un comercio rentable. La isla estaba estratégicamente situada ya que daba paso al Sena entre el norte y sur de la Galia. De la tribu surgió una corporación poderosa que jugaría un papel importante dentro de la política y economía de la ciudad por muchos siglos. Los Nautes Parisiens (Gremio de los Barqueros) alcanzó riqueza a través del cobro de un peaje por el transporte de mercancías por el río, lograron tanto poder que se les otorgó la administración de la municipalidad de París en 1263. Dieron a la ciudad su escudo de armas, un barco plateado que atraviesa raudo las aguas con el famoso lema Fluctuat nec mergitur (Ella es sacudida por las olas, pero no se hunde).

Existen vestigios de la presencia romana en Lutetia, como se puede ver debajo del atrio frente a la catedral de Notre-Dame, donde fue descubierto un muro romano. En el siglo V, Clodoveo I tenía un palacio merovingio en lo que hoy es la Conciergerie (Palais de la Cité). La primera catedral de París fue construida por su hijo Childeberto I en el siglo VI. Los primeros reyes de Francia contribuyeron en hacer de la isla el centro de la autoridad real, la iglesia y la ley. Del medioevo, la isla ha mantenido la Conciergerie, las catedrales góticas de Sainte-Chapelle y Notre-Dame. Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, fue un laberinto de calles estrechas y llenas de lodo, solo unas pocas calles nos recuerdan ahora aquellos tiempos, en especial en el lado noreste de la isla: la Cloître Notre-Dame que incluye la Rue Chanoinesse, Rue des Ursins y Rue des Chantres.

En el siglo XIX, el barón Haussmann cambió radicalmente la isla, se deshizo de su aspecto medieval derrumbando casas, hospitales e iglesias y abrió grandes avenidas. De las 43 calles que existían en 1300, solo 20 existen hoy en día.

La Île de la Cité y la Île Saint-Louis son las dos únicas islas naturales en el Sena. La isla está vinculada a la orilla sur y norte por ocho puentes y un noveno que conecta con la pequeña Île Saint-Louis. La orilla derecha está unida por los Pont-Neuf, Pont au Change, Pont Notre-Dame y Pont d’Arcole. La orilla izquierda por Pont-Neuf, Pont Saint-Michel, Petit-Pont, Pont au Double y Pont de l’Archevêché. La Île Saint-Louis por Pont Saint-Louis.

Los principals monumentos e hitos de la Île de la Cité son: la catedral de Notre-Dame, Palais de Justice, Conciergerie, Sainte-Chapelle, Marché aux fleurs et aux oiseaux (Mercado de flores y pájaros), Tribunal de Commerce, Préfecture de Policia, Viejo distrito de Cloître Notre-Dame. En ella también podemos ver las plazas Place Jean-Paul II, antes Place du Parvis, la Place Dauphine, Place Louis Lépine, du Vert-Galant; Jean-XXIII y la plaza de l’Île de France.

El Ayuntamiento de París y el gobierno francés quieren convertir a la Île de la Cité en un parque temático para lograr un turismo masivo. El proyecto está en las manos del arquitecto Dominique Perrault. Quieren quitar sus funciones urbanas y convertirlas en hoteles y hostales, y construir una plataforma transparente para que los turistas puedan ver las excavaciones al frente de Notre-Dame. Según los diseñadores, el objetivo para el año 2040 es transformar la zona para que la isla de los monumentos evolucione hacia un monumento-isla. Hay quienes están en contra del plan Misión Île de la Cité, pero como todo en este mundo, las decisiones reposan en las manos de los poderosos. 


Ile de la Cité en 1754

Notre-Dame finales del s. XIX - Alfred-Alexandre Delauney

La plaza Jean-XXIII y Notre-Dame, vistas desde el puente del Palacio Arzobispal.

La catedral vista desde la plaza Jean-XXIII.

Vista de la montaña Sainte-Geneviève desde desde las torres de la catedral de Notre-Dame.

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