Una trilogía literaria nos acompañará durante estos tres meses. Tres novelas históricas que su autor denominó Trilogía Almohade, por aquel imperio bereber que “reconocen la unidad de Dios”, practicaban el Islam suní y que dominaron el norte de África y el sur de la península Ibérica desde 1147 a 1269.
Su autor no es historiador, más bien es una persona que busca en la historia respuestas y reflexiona cada momento pasado convirtiéndolo en una novela, con personajes ficticios que nos permiten observar esos acontecimientos desde una perspectiva distinta.
Cada novela cuenta una historia diferente, pero forman el todo de un gran proyecto que mentalizó Sebastián Roa hace siete años. Este aragonés y a la vez valenciano, divide su tiempo entre el sector público y la escritura. En 2009 tuvo la oportunidad de ser alumno de Santiago Posteguillo y desde ese momento no ha parado de escribir, en su mayoría, novelas históricas. Roa ha sido ganador del Certamen de Novela Histórica Comarca del Cinca Medio, ganador del IX Certamen Nacional de
Les invitamos a nuestros lectores a que inicien este viaje al pasado leyendo La loba de al-Ándalus y conozcan al Rey Lobo. El Rey Lobo fue un rey musulmán que pasó toda su vida combatiendo contra los aragoneses que querían invadirlo por el norte y con los almohades, que venían del sur. Al mismo tiempo logró establecer relaciones con los reyes de Castilla y León, sin embargo no pudo contener a los musulmanes africanos del sur. Este hecho puso en peligro a la cristiandad de la península Ibérica, hecho que marcó el inició de las batallas del periodo conocido como La Reconquista. El personaje principal de la novela es Zobeyda, esposa favorita del Rey Lobo, cuyo nombre era Mardanish y gobernaba el Sharq-al-Ándalus, un poderoso reino que ahora estaba debilitado. Su esposa se mete de lleno en las guerras que libraba su esposo sin que él lo sepa y es así que se desarrolla la novela. Cada personaje, así sea secundario, es retratado al detalle y encajan en la historia a la perfección. La novela a pesar de ser extensa se la lleva con facilidad, es bien documentada sin inundar a quien la lee con demasiada información. La descripción también cumple con las expectativas, te traslada al siglo XII a Valencia, Murcia, Córdoba, presenciamos actos sublimes pero también bárbaros y crueles. La novela viene cargada con todo, intriga, amor, envidia, guerra, diplomacia, pero sobre todo historia, mucha historia.
Para continuar con este viaje ahora pasamos a El ejército de Dios. Dentro de las 848 páginas de esta obra llegamos a finales del siglo XII. La península Ibérica es un gran campo de batalla, reinos, culturas, religiones luchan entre sí para obtener el poder. Todos cometen traiciones y asesinatos, sin embargo también vemos a héroes y grandes gestos de vida. El imperio almohade está preparado para la conquista, mientras los reyes católicos luchan entre ellos. Al frente de los almohades está el califa Yusuf bajo el mando del visir Abu Hafs que es su hermano y quién también controla al futuro heredero, Jaqub. Por el lado cristiano a parte de las rencillas entre monarcas, las grandes familias como los Castro, Lara o López de Haro intentan conseguir más poder conspirando e intentando ser los mejores aliados de los monarcas según su interés. Dentro de esta historia veremos el amor entre Ordoño de Aza y la hermosa Safiyya, esposa del príncipe Yaqub.
La narración es admirable, la presentación de cada uno de los personajes pulcra, las diferentes historias y escenarios se conjugan para mostrarnos una época que marcó a las tierras ibéricas. En la obra pasamos de un bando a otro, apreciamos como cada uno teje su destino, nos damos cuenta la investigación concienzuda que hizo el autor para poder armar este libro que es muy difícil de cerrarlo y dejar de leer.
Para terminar abramos Las cadenas del destino. Con este libro se cierra esta estupenda trilogía. Los cristianos pierden la fortaleza de Alarcos a manos de los musulmanes, una pérdida significativa que marcó la moral y vida en los años a seguir. En este libro viviremos 15 años hasta llegar a la famosa batalla de las Navas de Tolosa. El triunfo de Alarcos es de Al-Mansur y esto le lleva a pensar en Toledo.
Alfonso VIII de Castilla pide ayuda al resto de reinos cristianos ante la avanzada de los almohades pero no recibe ninguna; sin embargo logra pactar una tregua. Con la muerte del califa, su hijo Al Nasir hereda el trono pero es muy débil y quien gobierna es un cruel visir llamado el Calderero. Como siempre Sebastián nos deslumbra con su narrativa y descripción, a pesar de existir muchos, muchos personajes el leer esta obra es una delicia. No vale repetir que la investigación es exhaustiva, el final del siglo XII y el comienzo del XIII es retratado con todo detalle pero sin exceso. En definitiva es una novela que vale la pena leerla, no cansa, no aburre, es realmente una gran obra literaria.
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