La Señora #Guillotina - #RevoluciónFrancesa


Revista Abanico Ed.8
Sección: Desde Otra Perspectiva

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Según nos lo cuentan en el colegio, la Revolución Francesa fue un cambio político muy importante en Europa. En aquellos años no teníamos nociones políticas, pero los profesores utilizaban este término sin ningún reparo. Lo sucedido en el país europeo, nos decían, fue ejemplo para otros ya que era el clamor de un pueblo ante un sistema opresor llamado monarquía. Nosotros tomábamos apuntes sin rechistar, había que hacerlo para memorizar los datos y sacar buenas notas. Nunca nadie se preguntó si todo esto era verdad o simplemente la historia redactada y publicada por los vencedores.

En el artículo de Jack Speer-Williams, ¡Conoce a Madame Guillotine!la historia de esta revolución cambia sustancialmente al ser analiza desde otra perspectiva a la políticamente correcta. Madame Guillotine tomó la vida de miles de inocentes ciudadanos que eran culpables solamente de estar en el lugar y momento equivocado.

Esto no fue ejecutado por musulmanes radicales contra inocentes cristianos, aquí cristianos decapitaban a cristianos, franceses decapitaban franceses, esto era Francia desde 1789 a 1799. Esto era la Revolución Francesa.


Esta revolución, al igual a todas las que sucedieron después, fue ideada astutamente y en secreto por los principales agentes del clan Rothschild, su cartel bancario y la no tan oculta red de los Iluminados de Baviera. Desde entonces han controlado todos los sucesos, causas ocultas y eventos de estas desastrosas revoluciones. Al igual que en nuestros días, la propaganda utilizada para avivar las llamas
de revolución relataba a los campesinos los horrores de su vida. Tú no tienes ropa mientras que los nobles se visten espléndidamente, les decían, tú pagas impuestos y no tienes cómo alimentar a tu familia, no tienes trabajo, no tienes qué comer. Así llegó la revolución. Aunque estas palabras eran auténticas pues entre los nobles y el pueblo existía una brecha grandísima, esta verdad fue usada para un motivo infame.

El pueblo francés comía dos libras de pan al día, este alimento era esencial en su vida, sin él la hambruna se propagó por la nación y así el hambre se transformó en ira. No hubo nadie quien les diga que esta ira no provenía del rey Luis XVI, o de los nobles, o la iglesia, sino de los agentes encubiertos que trabajaban para los Rothschild. Fueron ellos quienes compraron todo el trigo disponible y lo vendieron fuera de Francia, acaparándolo y escondiéndolo del pueblo y del gobierno. El gobierno francés que estaba al borde de la bancarrota no podía hacer nada contra la hambruna e ira del pueblo. Además, el cartel bancario de los Rothschild la había endeudado con préstamos usureros para la Guerra de los Siete Años -conflicto ocurrido entre 1756 y 1763 para controlar Silesia, Norteamérica e India- y también para ayudar a la independencia de Estados Unidos. Ahora el cartel bancario había dejado tajantemente de prestar dinero a Francia y en el año 1789 la economía francesa era un desastre. El pueblo no comprendía este enredo, su problema era la hambruna y había que encontrar al culpable. Los agentes encubiertos les proporcionaron tres: el rey Luis XVI, el clero y los nobles. A través de boletines y periódicos logran su objetivo, levantando a un pueblo iracundo para lo peor. 

La Bastilla nació en la Edad Media como una gran fortaleza en París, los agentes encubiertos regaron la noticia de que ahí estaban encarcelados miles de presos políticos, gente del pueblo.


El 14 de julio de 1789 una turba enardecida tomó la Bastilla matando a los guardias y al gobernador y liberó a los prisioneros. Para borrar aquel símbolo decadente de Francia, el pueblo la destruyó piedra por piedra. Mientras esto sucedía, en el Palacio de Versalles el rey se despertó por el alboroto de uno de sus ministros, soñoliento pensó que se trataba de una rebelión, pero se trataba de una revolución. El clan y sus agentes, maestros en crear pobreza, sufrimiento y muerte, lograron su objetivo. Durante el proceso de deshicieron de los mejores y más educados patriotas franceses, ahora las masas eran dirigidas por los jefes de estos agentes encubiertos: Maximilien Robespierre, Jean-Paul Marat y Georges Danton.

Al mes de ocurrida la toma de la Bastilla, el rey, clero y nobles fueron cautos en iniciar cambios fundamentales y vitales en la vida política y social de Francia. En una reunión especial en la Asamblea Nacional se determinó que las peticiones del pueblo eran justas y que los tres estados franceses, el rey, clero y nobles -el cuarto estado era el pueblo- perderían derechos y renunciarían a grandes beneficios en favor del pueblo. Es así como el feudalismo en Francia queda abolido. Tres semanas después, la Asamblea emite la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, basada en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de Derechos de Gran Bretaña. Esta excelente declaración fue distribuida por varios medios y sirvió de ejemplo al mundo. Francia era una monarquía constitucional bajo el mando de un rey benigno. El pueblo había obtenido su revolución en menos de dos meses, con poco sufrimiento y muerte.

Parece ser que este cambio de rumbo no gustó para nada al clan, a sus agentes y a los iluminados. Lo último que ellos querían era libertad, prosperidad, paz y seguridad para los ciudadanos franceses. De inmediato la maquinaria empezó a funcionar nuevamente con propaganda anti-sistema, radicalizando al pueblo bajo el mando de veinte iluminados denominados Jacobinos. La falta de conocimiento del pueblo hizo que crean en las mentiras y distorsiones de este grupo. La nación se convirtió en un manicomio por una década a pesar de la famosa declaración. Los reyes fueron hechos prisioneros en el palacio de las Tullerías y el 10 de agosto de 1792 fue atacado por el pueblo revolucionario.

A pesar de estar bien resguardados por soldados y artillería, el rey pidió conversar con los asaltantes, su figura era odiada por el pueblo gracias a la propaganda del clan y sus agentes. No fue escuchado. El rey no era malo sino ingenuo, carente de astucia no pudo hacer nada en contra de la maquinaria establecida. 


El 21 de enero de 1793 Luis XVI conoció a Madame Gullotine y en octubre la conoció su esposa. Sin monarquía el pueblo se volvió más salvaje. Mataron a todo aquel que apoyaba al gobierno y a la Declaración. Muchos conocieron a Madame y sus cabezas fueron mostradas como trofeos en las ciudades. Todo parisino era sospecho salvo que muestre fehacientemente y hasta matando que no era parte del gobierno. En base a falsos juicios, nobles, clérigos, hombres y mujeres fueron decapitados. En las provincias la situación era similar con violaciones y mutilaciones. El clan y sus agentes se aseguraron que los creadores de la Declaración sean brutalmente tratados. En pocos días miles de cristianos fueron asesinados por cristianos, esto que ahora llamamos Reino del Terror, en un año acabó con más de 40 mil franceses de una población de apenas 25 millones. Esta revolución exterminó a los más capaces para dirigir. Las matanzas fueron masivas. Miles murieron ahogados, este acto era conocido como los Baños Nacionales, así como las guillotinas eran conocidas como las Navajas Nacionales. Esto continuó por diez años. Al finalizar, después de estos años de terror, Napoleón llevó a Francia a las Guerras Napoleónicas. Francia nunca se recuperó de estos horrores.

Ideología Sexual y Masónica
En sus artículos, Ideología sexual y masónica en la Revolución Francesa1-2 y Pornografía en la Revolución Francesa3, Jonas E. Alexis, nos habla del verdadero trasfondo ideológico detrás de la Revolución Francesa. El profesor australiano Erik von Kuehnelt-Leddihn escribió que la Revolución Francesa fue la madre de los peores males ideológicos que se establecieron no solo en la civilización occidental, sino en el resto del mundo. Continúa diciendo que el movimiento produjo una sanguinaria orgía sexual.

El prestigioso historiador alemán, Reinhart Koselleck, comenta que la Ilustración, especialmente en Francia, fue dirigida por dos corrientes: la primera por la República de las Letras, la comunidad de intelectuales de Europa y y América, y la segunda por las logias masónicas. Sabemos que escritores de la Ilustración como Voltaire, Diderot, Helvetius, d’Alembert y Montesquieu, entre otros, fueron masones o trabajaban en base a los principios de la ideología masona. No hay duda que a través de su vida, Voltaire promovía la ideología masónica y los masones lo sabían. Él particularmente fue preparado en la Logia de las Nueve Hermanas, fundada en París en 1776. Robespierre también lo era así como su abuelo, que fundo una logia en Arras, Francia. Muchos autores que escriben y estudian sobre esta época se olvidan completamente de mencionar el culto de los sabateos, quienes son los discípulos del auto-proclamado mesías judío Shabtai Tzvi cuyo culto principalmente giraba en torno a orgías sexuales. Estos jugaron un papel central en la Revolución Francesa. Y cuando apareció el Marqués de Sade en el año 1791 con su trabajo pornográfico, La filosofía en el tocadorfue el justificativo político para asesinatos sexuales, sodomía y fetichismo que estaban en su máximo esplendor.

La revolución no puede ser comprendida enteramente sin la visión del mundo ideológico sexual que se ocultaba bajo la superficie, y personas como Diderot terminaron defendiendo su liberación sexual de una manera u otra. La masonería es una secta que opera a puertas cerradas. Solamente la elite sabe lo que realmente ocurre. Mientras más alto se llegue, más conocimiento se tendrá que esta secta es en realidad una sociedad oscura que busca acabar con las enseñanzas de Cristo y finalmente, con el orden moral. Esto se volvió claro entre algunos Enciclopedistas. El odio de Diderot hacia la religión cristiana era tal que una vez dijo: Sacrificaré mi vida, tal vez, si pudiera aniquilar para siempre la noción de Dios. Voltaire en un punto hasta aceptó la idea Talmúdica que María tuvo un desliz con un soldado romano y llamó a Jesús un idiota. Así los libros se convirtieron en armas y la literatura, en guerra. No solo fueron Diderot, D’Alembert, Helvetius, y una docena más que llevaron sus plumas a la batalla, pero hasta el mismo Voltaire lo hizo, siendo un arsenal de misiles anticlericales. La revolución usó a la razón como carnada para practicar la violencia y lograr sus objetivos, en especial con aquellos que no estaban de acuerdo con el movimiento. En 1792, 300 curas fueron masacrados en la Abadía de San Fermín, inclusive un revolucionario, Jean-Marie Roland, admitió la crueldad de la turba. Era inevitable que la revolución se convierta en un ataque frontal al orden moral bajo la tutela masónica de los enciclopedistas. Mientras que estos filósofos utilizaban el lema: Libertad, Igualdad y Fraternidad, la ideología fundamental era acabar con el orden social y moral.

Luego de leer a Barruel y otros, el escritor y crítico judío-francés, Bernard Lazare admitió que la masonería jugó un papel importante en lograr la revolución en Francia. Lazare dijo que las logias masonas se centraban en dos grupos: los racionalistas y los místicos. Él no da nombres, pero menciona a los Enciclopedistas por un lado y a los Jacobinos por el otro. El lema, un principio masón que parece simplista y razonable, pero que en realidad es uno nefasto, cambió de nombre en el siglo XXI: democracia. Algunos entendidos dirán que los rosacruces tuvieron un lugar especial en la creación de los masones, si este es el caso, entonces tenemos otra evidencia que indica que la unión entre ellos es casi inevitable. La masonería parece que se mantuvo latente entre los intelectuales luego de la revolución, pero obtuvo su represalia en el siglo XX, esta vez durante la Segunda Guerra Mundial.

Thomas Paine
Como se dice en el artículo, Paine es uno de los olvidados padres fundadores de Estados Unidos. Era panfletista, revolucionario, radical e intelectual. Nacido en Inglaterra viajó a Estados Unidos para formar parte de la revolución de ese país. Escribió el panfleto, Sentido Común en 1776, promoviendo la independencia de las colonias americanas del yugo británico. Paine influenció mucho a la Revolución Francesa escribiendo, Los derechos del hombre, una guía para las ideas de la IlustraciónA pesar de no saber francés fue elegido para formar parte de la Asamblea Nacional en 1792. Fue aliado de los Girondinos, un grupo adversario a los Jacobinos, y tuvo la desaprobación en especial de Robespierre. En 1793 fue hecho prisionero, liberándolo un año después en 1794. En este periodo escribió su libro, La edad de la razón, que abogaba por el deísmo. Permaneció en Francia hasta la llegada al poder de Napoleón, considerándolo el mayor charlatán que haya existido. Regresó a Norteamérica donde murió en 1809.

Nada es lo que parece, todo tiene un nuevo sentido más comprensible y concordante cuando se lo mira desde otra perspectiva.

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