Revista Abanico Ed. 2
Sección: Fortaleza de los Escritos
«En ese entonces había gigantes sobre la tierra, y también los hubo después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos de ellas.»
Génesis 6:4
Corrían los años cincuenta, cuando varios reportes de huellas gigantes y extraños fenómenos empezaron a surgir al norte de California, Estados Unidos. Fue en estos años donde nació la creencia en un ser, o varios seres, que se le conoció con el nombre de Pie Grande. Al mismo tiempo, en una expedición al Himalaya ocurría el primer avistamiento de un Yeti o también llamado Abominable Hombre de las Nieves. Desde entonces, una serie de conjeturas, investigaciones, expediciones se han realizado para poder descubrir qué son realmente estos seres y de donde provienen.
Alrededor de Pie Grande existe toda una maquinaria de propaganda, parecería una gran estrella de cine, hasta nuestros días no han parado de crear series de televisión para tratar de hablar sobre su verdadero origen. A finales de los noventa se creó la única organización de investigación científica para explorar el misterio de Pie Grande o Sasquatch, palabra que proviene del idioma halkomelem (lengua amerindia), sásq’ets. La Bigfoot Field Researchers Organization (BFRO) en su página web coloca los últimos reportes de avistamientos de estos seres, además de informar las nuevas expediciones para buscarlo.
Pero Pie Grande también tiene su propio apartado escénico, el Bigfoot Scenic Byway. Inicia en el pueblo de Willow Creek, a 482 km al norte de San Francisco, en el Condado de Humboldt, para luego girar al norte junto a los ríos Trinity y Klamath a través del Valle Hoopa y las reservas Yurok, hacia el pueblo de Happy Camp, en el Condado de Siskiyou. Es en la mitad de este trayecto a las afueras del pueblo de Orleans, junto al arroyo Bluff, donde se filmó en 1967 el más famoso video de Pie Grande, el llamado Patterson–Gimlin Film por el apellido de quienes lo filmaron. Como todo dentro de la historia de Pie Grande, este video ha sido analizado varias veces, por expertos y por aficionados, y el combate va parejo, unos dicen que es real, otros que es falso. Mientras todo esto sucede, como lo reporta la BFRO existen personas que lo siguen observando por los bosques de Estados Unidos y hasta hay grabaciones de audio que aseguran son sus aullidos.
Big Foot no está solo, también han sido avistados, el Yeti, el Yowie australiano, el Chuchuna siberiano y el Kunk de los Andes, todos catalogados como críptidos por tratarse de animales ocultos según la criptozoología.
Pero para Luis Carlos Campos, todo esto no es ningún misterio. Estas criaturas fueron experimentos de Enki. Él basa su argumento en las tablillas sumerias que explican que Enki hizo varios experimentos para crear o modificar al humano actual, uno de ellos era peludo y monstruoso, algo muy parecido a lo que hoy conocemos como Yeti. Uno de estos monstruos era Enkidu, compañero de la epopeya de Gilgamesh. En definitiva, fue un experimento Anunnaki.
Y no es de sorprenderse, la gente continúa viendo cosas raras. Pisadas y fotos de Yeti y de Sasquatch, una de ellas muestra uno muerto en el Amazonas con aspecto humanoide, o chupacabras en México o una gárgola con alas en Puerto Rico. Y el Ecuador no se queda atrás, en 2013 se descubrió en la selva amazónica un antiguo complejo de pirámides que los científicos creen que es la Ciudad Perdida de los Gigantes. Y no olvidemos los huesos y restos custodiados por el padre Carlos Miguel Vaca en la provincia de Loja, encontrados en el sitio denominado Changaiminas que significa cementerio de dioses. Luego de varios análisis se encontró que son parte de un esqueleto humano siete veces más grande que un hombre común, y dataron los restos en decenas de miles de años.
“Si hasta vimos gigantes. A su lado teníamos la impresión de que éramos langostas y así nos veían ellos”.
Números, 13:33
De estos críptidos hay mucho más de que hablar. Parecería que es algo que no tiene fin. Cada año nuevas investigaciones confunden más a los estudiosos y aficionados. Nuevas noticias desatan conmoción y confusión. Hace poco tiempo se dijo, tajantemente, que el Yeti era un pariente del oso polar, pero que no se descartaba que pudiera ser una hibridación entre un oso pardo y un antiguo descendiente de los osos polares. Con esto, decían, ponían punto final al misterio del Abominable Hombre de las Nieves. Recientemente, un nuevo análisis de ADN trajo consigo muchas dudas acerca de lo anteriormente afirmado. El Yeti no es un primate, ni un híbrido, sino una subespecie del oso del Himalaya. Pero un nuevo análisis más completo y detallado, cuenta que esas muestras (cabellos) son de osos pardos. Y así continúan en los laboratorios, otro análisis reveló que los cabellos pertenecen a osos, vacas, caballos y lobos.
Mientras todo esto sucede, se pide en EE.UU. que Pie Grande sea considerado una especie al borde de la extinción para ayudar al turismo. Uno de los últimos descubrimientos habla sobre una mujer llamada Zana, que tras analizar muestras de saliva dentro de sus parientes y de su hijo fallecido, podría ser un Yeti. Esta mujer salvaje, como la denominan, media 1.98 m y vivió en el siglo XIX.
Y así podríamos continuar, pero es suficiente por el momento.
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