Revista Abanico Ed. 1
Sección: Fortaleza de los Escritos
El Perseverador
Al ser dueño de mi tiempo, puedo administrarlo a mi gusto y decidir cada minuto de mi vida. Un día tomé la decisión de navegar por la web y me encontré con un artículo, que por cierto luego me di cuenta de que era muy divulgado, que se titulaba, “Cómo el haber renunciado a mi empleo corporativo para crear mi empresa emergente me j*dió la vida”. Este sugestivo encabezado aterrorizaría a cualquiera y lo haría valorar más su puesto de trabajo y su remuneración mensual, es por esto que la primera pregunta que me hice fue: ¿Esto no será una patraña enviada a escribir por algún alto ejecutivo para atemorizar a los trabajadores que piensan iniciar algo propio? Pero es que cuando algo se hace viral, peor aún en las redes sociales, hay que tener mucho cuidado y manejar la información con pinzas.
El escrito es de Ali Mese, está colgado en la página web, medium.com, “donde cualquiera puede escribir” según se puede leer en este sitio web.
Comienza contando su vida como ejecutivo de una de las principales firmas de consultoría estratégica. Este comienzo es jugoso, contiene las palabras Roma, New York, aviones, hoteles y un sueldo elegante, además de incluir otras como lujo, cinco estrellas, y la marca de un teléfono celular. Luego relata cómo contó a sus padres que quería renunciar a su trabajo porque ninguna de las palabras rimbombantes llenaban su vida. Nuevamente, aclara que estudió en la mejor universidad y que su madre casi muere al escuchar su decisión.
Luego contó a sus amigos, aquellos que vivían una vida de lujo y escalaban posiciones en sus carreras en el exclusivo mundo corporativo, y pasa a decir cómo perdió su entorno social y era víctima de recurrentes burlas sobre su decisión y el camino que estaba tomando su negocio. El dinero era su mayor problema, se le estaba agotando y sentía pánico.
Culmina su narración escribiendo desde una playa en Tailandia, tomando un mojito y comenta que luego de 2 años de drama, pudo establecer su compañía que le permite viajar y trabajar donde exista Internet inalámbrico.
A continuación realiza varias preguntas, las cuales todo emprendedor debe hacerse antes de arrancar su proyecto.
Lo que para mí inició como un artículo sin sentido se volvió mi realidad.
No quiero llamarme un emprendedor, soy una persona que quiere ser libre en este mundo esclavizante. El ser libre no es hacer lo que a uno le dé la gana, es tener la capacidad de pensar, razonar y desarrollarse sin ser obstruido por alguien o por algo.
Adicionaré algunas recomendaciones a las preguntas de este artículo y trataré de reforzar otras.
El primer obstáculo será tu familia y tus conocidos. Si ellos no piensan igual que tú, existirán conflictos. En muchos casos los pilares de apoyo son familiares y amigos, pero en muchos otros son rocas en el camino que dificultarán tu tránsito. Sin embargo, escúchalos, préstales atención, alguna de las cosas que te digan te servirán para tus proyectos. La experiencia es un baluarte, pero también el conocimiento, tus padres tendrán mucho de lo primero, pero a veces tú conoces más de la materia a la cual decidiste entrar.
Es fácil, un ingeniero civil puede ser excelente en su trabajo y conocer su materia asombrosamente, pero carece del conocimiento acerca de cómo declarar impuestos, esto no es una regla, pero en la mayoría de casos es real. Puedes encontrarte con un Ph.D. pero que no sabe nada de cómo iniciar una empresa u obtener una patente municipal. Así es la vida, y uno debe aprender de ella paso a paso.
Solo te podrás batir con el mundo, nadie pondrá límites a tus ideas, creaciones, proyectos, intereses, deseos. Eres tú, batallando o aliándote al mundo que te rodea. Pero si compartes o decidiste compartir la vida con otra persona, la cosa cambia rotundamente. Ya no eres yo, eres nosotros, y todo lo que hagas influirá en ella/él y viceversa. Si no consigues a una persona que juegue en tu mismo equipo estás arruinado, de igual forma si tú no eres parte del equipo, arruinarás a tu pareja. Si deseas arrancar tu proyecto, ella/él debe apoyarte, por más que no esté de acuerdo o difieran en algo los conceptos, pero si está en tu contra no llegarás a nada.
Ahora, existen casos en donde las mujeres sueñan en cuentos de princesas y príncipes azules, donde las telenovelas son modelos a seguir y las celebridades son sus puntos de referencia. Si estás saliendo con una persona así y quieres ponerte un negocio propio, mejor olvídalo, el dinero será tu peor calvario, y si tu proyecto no funciona te llamará vago, inútil y te enviará a que consigas un trabajo decente únicamente para satisfacer sus deseos materiales y de estatus. Y es exactamente igual con los hombres y socios.
Tu plan debe estar muy bien analizado antes de ingresar al mundo de los emprendedores, tendrás que saber cuánto dinero tienes, cuánto gastarás, cuánto necesitarás y en cuánto tiempo lo recuperarás y lo multiplicarás. Si decides lanzarte a la piscina, creo que es conveniente saber nadar primero o por lo menos tener los conocimientos básicos para saber qué hacer cuando estés en el agua. Y si luego de haber planificado excelentemente tu idea tropiezas y fracasas, pues levántate y continúa.
No estoy muy de acuerdo en dejar de dormir para construir tus sueños, es hasta incoherente. Se duerme para soñar, se descansa para recuperar fuerzas y se trabaja para vivir, pero jamás se vive para trabajar. Al tener tu tiempo, al manejar tu vida, al imponerte horarios y responsabilidades, tranquilamente debe quedarte tiempo para disfrutar, para descansar, para vivir. Si no, estás haciendo algo mal. El crear un negocio propio es justamente para que disfrutes de la vida, no para que la arruines y la destruyas. Acuérdate, tu vida estaba ya destruida al ser un empleado, viviendo, trabajando para otros. Recuerda que saliste de la empresa para no ser esclavo de nadie, no te conviertas en tu propio esclavo.
Y la última pregunta creo que es la más importante que se plantea el autor del artículo.
¿Cuál es tu definición de éxito? Ya lo dije antes, si tu vida gira alrededor del dinero y el lujo excesivo, entonces continúa en tu trabajo bien o mal remunerado. Si tu ideal es hacer dinero rápido, fácil y tenerlo siempre, no dejes tu escritorio por nada del mundo. Si vives una vida al estilo película norteamericana o revista internacional de moda y farándula o comparándote con ídolos de barro y teniendo como modelos a seguir a celebridades carentes de todo humanismo, pues ni pienses crear tu propia empresa.
En el artículo los amigos del autor se burlan porque lo quieren comparar con el creador de la red social con más de mil millones de usuarios. Quienes crean en la historia oficial de este personaje y de otros similares, pues querrán ser como ellos, tener un tiro de suerte y ser millonarios. Para los que conocemos su verdadera historia, ellos no tienen valor alguno y jamás podrán ser modelos a seguir. Pero esto es lo que nos venden, que todos podemos ser millonarios, muchos lo creen y hacen cualquier cosa por cumplir este falso precepto.
Son muy pocos los que nos venden sueños realizables, añoranzas de un mundo mejor, riqueza espiritual y de valores, respeto, honestidad, valentía. El materialismo y el consumismo están exterminando con el planeta Tierra, con nuestras vidas. El único fin del ser humano es ahora tener bienes materiales para tener poder terrenal. Muchos olvidan que estamos de paso, y que nada de eso nos servirá donde vayamos luego.
Quien tenga un negocio propio y llegue a ser millonario, mis felicitaciones, quien llegue a tener un negocio propio y viva cómodamente, con satisfacciones, con alegrías y con uno que otro lujo, mis felicitaciones.
Lograr nuestros objetivos con honestidad y entereza es la satisfacción más grande que tiene el ser humano, en nuestra conciencia quedarán si lo logré de otra manera o utilizando el cliché actual que reza: “el mundo es corrupto y no toca de otra”. Los valores no se pierden con el tiempo, no cambian, no evolucionan, no se mutan o se transforman, permanecen y siempre son iguales.
Es fácil iniciar un negocio, lo difícil es mantenerse y remar contra corriente, es aquí donde aparecen nuestros valores, nuestra educación que provino principalmente del hogar, nuestras fuerzas y ganas de salir adelante.
Creo que no debe denominarse “emprendedor” sino “perseverador” ya que cualquier persona emprende, inicia algo, pero muy pocos perseveran y alcanzan sus objetivos.
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